Roberto Enríquez es presidente del Partido Social Cristiano (Copei), que denunció el lunes que el dirigente fue detenido por funcionarios de inteligencia militar (DGCIM) junto con otro partidario llamado Eduardo Vetancourt, acusados de supuestos delitos de traición a la patria.

El político opositor venezolano Roberto Enríquez ingresó este miércoles a la residencia del embajador de Chile en Caracas y solicitó protección de ese gobierno, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores chileno.

Enríquez es presidente del Partido Social Cristiano (Copei), que denunció el lunes que el dirigente fue detenido por funcionarios de inteligencia militar (DGCIM) junto con otro partidario llamado Eduardo Vetancourt, acusados de supuestos delitos de traición a la patria.

"Esta tarde (miércoles), el ciudadano venezolano Roberto Enríquez (...) hizo ingreso a la residencia del Embajador de Chile en Caracas y se le ha otorgado la calidad de huésped", dijo la cancillería chilena en su sitio de internet.

"Ha solicitado la protección de Chile fundado en diversas circunstancias políticas. Nuestro país actuará en esta materia de acuerdo con los principios jurídicos y humanitarios que inspiran su política exterior", agregó.

También el miércoles, el vicepresidente del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, acusó a Enríquez de formar parte de una conspiración para derrocar al presidente Nicolás Maduro, con la ayuda de efectivos militares.

Cabello transmitió en su programa de televisión semanal, grabaciones de supuestas conversaciones de Vetancourt con un agente de inteligencia encubierto, hablando de explosivos y ataques armados en la capital, para generar caos y precipitar una invasión de Estados Unidos.

Según la grabación, que no fue comprobada independientemente por Reuters, la conspiración contaría con la venia del senador estadounidense Marco Rubio.

Opositores sostiene que el Gobierno venezolano fabrica evidencias para encarcelar a sus detractores acusándolos de fraguar golpes de Estado, pero Maduro y sus aliados argumentan que constantemente son víctimas de los ataques de sus enemigos.