Trump subestima la señal que envía al mundo con la construcción del muro fronterizo con México, el país más expuesto de América Latina al vendaval del nuevo presidente, cuyo estilo recuerda al del difunto Hugo Chávez, afirma Boris Vormann.
La relación entre México y Estados Unidos entra en una era conflictiva como nunca antes. Analistas recuerdan no sólo su trato ofensivo hacia los mexicanos durante su campaña y su promesa de que tendrá mano dura hacia la migración. También se muestra decidido a imponer sanciones arancelarias a las empresas que fabriquen en el vecino del sur. Después de seis días de asumir el cargo Trump anunció la realización de su polémica promesa electoral de construir un muro fronterizo.
Señal problemática hacia el mundo. "Es un símbolo problemático el que Trump lanza al mundo, independientemente de cuán exitoso pueda ser en frenar la migración. Estados Unidos ha detentado su poder global presentándose como nación ideal", afirma el politólogo alemán Boris Vormann. "Si Estados Unidos ahora se aísla -y la construcción de este muro es el ejemplo más claro, junto con el proteccionismo y el veto a los migrantes-, estará abandonando esta posición que ha detentado durante décadas, algo que Trump subestima gravemente", añade.
Boris Vormann advierte que aunque están volviendo algunos empleos manufactureros a los Estados Unidos por la presión directa de Trump a fabricantes de automóviles, es muy probable que enfrente viento en contra cuando necesite el voto del Congreso para imponer sanciones, a medida que su popularidad caiga. El politólogo destaca que tanto los que apoyaron a Trump como los que votaron por el "bréxit" en Reino Unido, (excluyendo a los nacionalistas que son harina de otro costal), lo hicieron por demandas de bienestar social que no obtendrán a través de esos empleos manufactureros.
"No son empleos que hagan particularmente feliz a la gente, a menudo dañan la salud o son muy repetitivos. En realidad es un espectáculo esto de recuperar empleos, una política de simbolismo", señala Vormann.
La demanda de drogas desde Estados Unidos. Por su parte el internacionalista Christopher Sabatini, de la Universidad de Columbia de Nueva York, destaca que el muro ha sido promovido para controlar el tráfico de drogas y la inmigración. "Sin embargo hay otras maneras para traficar drogas a Estados Unidos. Durante mucho tiempo fue a través de las costas, ahora se hace con camiones de pasajeros y de transporte de mercancías. Lo que es preocupante es la demanda estadounidense de drogas, porque si ésta continúa el narcotráfico no podrá detenerse fácilmente". México es el principal proveedor de heroína de Estados Unidos, según la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA).
Sabatini destaca que el tono ofensivo de Trump hacia México no ha sido el adecuado para construir una cooperación bilateral entre ambos países. "Ha sido sumamente agresivo tanto al aludir a su economía, al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA) o al trato que ha dado a inmigrantes legales e indocumentados mexicanos llamándolos violadores y criminales".
Sabatini, director ejecutivo y editor del portal de análisis político Latin America Goes Global, recuerda que Trump está cumpliendo con sus promesas de campaña. El académico destaca que el tono populista de Trump recuerda al del difunto presidente venezolano Hugo Chávez.
"Chávez cumplió todo lo que dijo cuando llegó al poder, amenazó a sus opositores y los eliminó". Cabe desear que las instituciones estadounidenses sean más fuertes que las de Venezuela.
Rex Tillerson a un paso del Departamento de Estado. El empresario petrolero Rex Tillerson fue aprobado por el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, lo que le allana el camino para obtener el consentimiento del pleno de la Cámara. Pese al voto unánime de los diez senadores demócratas en su contra, Tillerson obtuvo once votos republicanos, entre ellos los de John McCain, Lindsay Graham y Marco Rubio, los republicanos que manifestaron más dudas sobre su nominación por sus vínculos con Rusia.
Tillerson respondió a las preguntas de los senadores, mismas que fueron publicadas por el portal Latin America Goes Global. "Es muy probable que la administración Trump endurezca su política hacia Cuba, debido a la gente que se encuentra en su equipo de transición, gente de línea dura de Miami. Eso podría provocar una reacción de endurecimiento por parte del régimen cubano", afirma Sabatini.
El experto destaca que tal vez las declaraciones más curiosas de Tillerson a los senadores tienen que ver con el Plan Colombia, al que llama uno de los grandes éxitos de la política estadounidense en la región. Tillerson anunció que revisará el Acuerdo de Paz y hasta qué medida continuará Estados Unidos su respaldo a Colombia. "Esta amenaza tiene lugar debido a que políticos colombianos que se oponen al proceso buscan apoyos entre congresistas de línea dura en Estados Unidos, pero si Washington no apoyo el Acuerdo de Paz estaría minando los éxitos de su propia política".