Alejandro Castro Espín, de 49 años, es coronel del Ministerio del Interior de Cuba y hasta hace poco era una figura poco vista públicamente. Se ha colocado justamente al lado de su padre, enfocado en mejorar las relaciones con Estados Unidos tras décadas de hostilidad.
La Habana. El hijo del presidente cubano Raúl Castro se ha convertido en uno de los más cercanos colaboradores de su padre, asumiendo un papel cada vez más importante en la isla que recuerda el rol que su papá solía jugar como soporte de su hermano Fidel.
Alejandro Castro Espín, de 49 años, es coronel del Ministerio del Interior de Cuba y hasta hace poco era una figura poco vista públicamente. Se ha colocado justamente al lado de su padre, enfocado en mejorar las relaciones con Estados Unidos tras décadas de hostilidad.
Cuando Raúl Castro, de 84 años, se reunió en abril con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en un encuentro histórico en Panamá, Castro Espín formó parte del reducido grupo que permaneció en la habitación donde se celebró la entrevista.
Es desconocido el papel que puede haber jugado en los 18 meses de negociaciones secretas que llevaron al anuncio de la distensión entre ambas naciones en diciembre pasado.
"Es evidente que Raúl le está preparando para más responsabilidades, probablemente a un puesto más alto o rango en su oficina", dijo Brian Latell, un ex analista de la CIA que ha seguido de cerca por décadas la trayectoria de la familia Castro.
Aún así, parece muy poco probable que Castro Espín se esté preparando para ser el relevo de su padre. Expertos en Cuba no ven ni rastro de que los hermanos Castro prevean entregar el poder a alguno de sus hijos.
"Raúl está determinado, al igual que su hermano mayor, que esto no se va a ver como una monarquía", dijo Hal Klepak, un historiador canadiense que vive en La Habana y ha escrito dos libros sobre el tema militar de Cuba.
El heredero aparente es el primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel, de 55 años, mientras que Castro Espín descartó la posibilidad de reemplazar a su padre en una entrevista concedida a Mega TV, de Grecia, a principios de este año.
Su alto perfil comenzó a visualizarse el 17 de diciembre del 2014, fecha cuando su papá y Obama anunciaron el inicio del deshielo.
En virtud de un intercambio de prisioneros que formó parte del acuerdo bilateral, Castro Espín, vistiendo uniforme militar, fue el primero que saludó al pie de la escalerilla del avión a tres agentes de inteligencia condenados a largas penas de cárcel en Estados Unidos, que regresaron como héroes a La Habana.
Cuando Raúl Castro se reunió el 10 de mayo en el Vaticano con el Papa Francisco, su hijo estaba cerca de ambos.
Raúl Castro desempeñó un papel similar como asesor de su hermano Fidel, de 88 años, el líder de la revolución cubana de 1959 quien renunció a todos sus cargos, incluida la presidencia del país en el 2008.
"Lo que viene a la mente es la forma en que Fidel utilizó a Raúl a lo largo de los años. Raúl crió a su hijo para estar a su lado, con los ojos y oídos, sobre todo en el Ministerio del Interior, reportando a su padre. El hijo es de su total confianza", agregó Latell.
Raúl Castro está cerca de otro familiar en una posición que requiere confianza absoluta: Su nieto Raúl Rodríguez Castro, sobrino de Alejandro Castro Espín, quien es su principal guardaespaldas.
Castro Espín es miembro de la Comisión de Defensa y Seguridad Nacional que asesora a su padre. El Gobierno cubano no respondió a las solicitudes para entrevistarlo o proporcionar detalles biográficos o profesionales.
Su futuro, más allá del 2018, cuando Raúl Castro tiene previsto renunciar a la presidencia, como ha expresado, sigue siendo desconocido, aunque Klepak dice que los altos mandos militares confían en Castro Espín.
El hijo varón de Raúl Castro perdió toda o parte de la visión de su ojo izquierdo en un ejercicio militar de entrenamiento en Angola, a donde Cuba envió parte de sus fuerzas armadas entre 1975-1991 para defender a un gobierno marxista en una guerra contra los rebeldes apoyados por Estados Unidos y Sudáfrica.
"Tenía una muy buena carrera como oficial subalterno, y no sólo en Angola. Este es un oficial que ha tenido un rápido ascenso en cualquier circunstancia", dijo Klepak.
"No se pierde nada con tener esos apellidos", añadió.
Su madre, Vilma Espín, quien falleció en el 2007, fue una figura prominente en Cuba que dirigió la Federación de Mujeres Cubanas.
Durante años, la más visible públicamente de los cuatros hijos del matrimonio de Raúl Castro y Vilma, ha sido Mariela, defensora de los derechos homosexuales y transexuales. Además, es diputada a la Asamblea Nacional, aunque no parece tener el mismo acceso que su hermano a temas del Estado.
Su hermana Déborah, una ingeniera química, se casó con Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, un general que dirige las empresas de las fuerzas armadas, que generan entre el 30 y el 40% de los ingresos en divisas de Cuba. La otra hermana es Nilsa, quien no tiene un perfil público.
Alejandro Castro Espín escribió un libro en el 2009 titulado "El Precio del Poder", que retrata a Estados Unidos como imperio hegemónico con el fin de servir a los intereses corporativos.
El libro fue publicado nuevamente este año, pero la edición más actual añade una nota que refiere al acercamiento de su padre a Estados Unidos aunque todavía describe a sus líderes como "quienes pretenden someter a la humanidad para satisfacer sus intereses y objetivos hegemónicos".
Uno de sus antiguos profesores dijo que creía que el pensamiento de Castro era "más sofisticado" que eso.
"Quizás publicó eso en su libro porque consideró que era lo políticamente correcto", dijo Carlos Alzugaray, un diplomático jubilado que fue profesor de Castro Espín durante una maestría sobre Estados Unidos y la política exterior de Cuba.
"Es abierto a las opiniones contrarias. No es una persona que no escucha", añadió.