El viaje a México parece ser el tipo de evento espectacular que aseguraría que Trump domine los titulares en momentos en que trata de cerrar una brecha en las encuestas nacionales de opinión que actualmente favorecen a su rival Clinton.
Ciudad de México. El candidato presidencial republicano Donald Trump llegó este miércoles a México en un sorpresivo viaje para reunirse con el presidente Enrique Peña Nieto, a cuyo país ha embestido acusándolo de ser la fuente principal de inmigrantes ilegales y de las drogas que ingresan a Estados Unidos.
La visita, anunciada inesperadamente este martes, desató una lluvia de críticas, ya que durante la campaña electoral el magnate ha mantenido un ácido discurso contra los mexicanos y ha prometido construir un muro en la extensa frontera entre los dos países si gana la presidencia en la elección del 8 de noviembre.
El candidato republicano para vicepresidente, Mike Pence, dijo que Trump hablará con Peña sobre seguridad fronteriza, incluyendo el tema del muro para contrarrestar la inmigración ilegal. Peña ha desestimado ese plan y ha dicho que su país no pagará por esa muralla, como pretende el candidato republicano.
Trump aceptó una invitación que Peña le envió a él y a la candidata demócrata, Hillary Clinton, dijo la Presidencia mexicana.
Según reportes de medios locales, el candidato arribó poco antes de las 14.00 hora local (1900 GMT) a la residencia presidencial en la Ciudad de México. Larry Rubin, representante del Partido Republicano en México, había dicho que el encuentro duraría unos 50 minutos y la Presidencia convocó a los medios para un mensaje que será ofrecido por Peña y Trump.
"¿En qué cabeza cabe invitar a Donald Trump? Los mexicanos tenemos memoria y dignidad. @realDonaldTrump no es bienvenido a México", dijo en su cuenta de Twitter Ricardo Anaya, líder del Partido Acción Nacional (PAN), la principal fuerza de oposición en el Congreso.
Por su parte, el locuaz ex presidente Vicente Fox, también miembro del PAN, publicó en Twitter: "No hay vuelta atrás, Trump, tus ofensas hacia los mexicanos, musulmanes y más, te han llevado al hoyo donde estás hoy ¡Adiós, Trump!".
El candidato también se ha comprometido a renegociar y hasta desechar un tratado de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá.
El viaje a México parece ser el tipo de evento espectacular que aseguraría que Trump domine los titulares en momentos en que trata de cerrar una brecha en las encuestas nacionales de opinión que actualmente favorecen a su rival Clinton.
Rubin dijo que este encuentro es el primero de varios diálogos que tendrán el candidato republicano y Peña.
"Obviamente, Donald Trump no está viniendo a México para entrar en detalles sobre sus planes e ideas para el futuro, pero él sabe que necesita trabajar con México en una amplia gama de temas, incluyendo inmigración, incluyendo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte", dijo a Reuters.
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Piden que Trump se disculpe. Antes de su llegada, a través de las redes sociales fueron convocadas marchas de repudio a la visita, que ocurrirá horas antes de que Trump pronuncie un discurso en Phoenix, Arizona, estado fronterizo con México, sobre sus propuestas de política de inmigración.
Unas 50 personas se habían congregado luego del mediodía en un emblemático punto de la capital para repudiar la visita portando carteles con frases como "Trump, no eres bienvenido", "#FueraTrumpFueraEPN", "Trump y Peña Fuera" y "Largo de aquí, trompudo, México te repudia".
"Trump ha hablado pestes de los mexicanos, es indignante que lo invite el presidente, es una decepción. Peña Nieto no se cansa de decepcionar a los mexicanos" dijo Abril Márquez, estudiante de derecho de 23 años que asistía a la concentración.
Y en su cuenta de Twitter, Clinton publicó una lista de ideas que su rival en los comicios del 8 de noviembre ha propuesto en contra de México y de la inmigración ilegal, uno de los principales problemas entre ambos países, que comparten una conflictiva y extensa frontera.
El grupo parlamentario del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), también opositor, dijo en un comunicado que la reunión es "indigna".
"La entrevista privada que tendrá (Peña) con Donald Trump no tiene ningún beneficio para nuestro país y sólo favorece las aspiraciones políticas de este demagogo y antimexicano", dijo.
No obstante, Emilio Gamboa, jefe de los senadores del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), apoyó al mandatario por haber invitado a Trump, pero afirmó que éste debería ofrecer una disculpa a México.
Enrique Krauze, un respetado historiador, dijo a la cadena Televisa que a los tiranos se los combate, no se los apacigua, se manifestó muy preocupado por el carácter privado de la reunión y también exigió una disculpa.
"Ya que se ha invitado a Trump a México, lo mínimo que se puede esperar es que ofrezca una disculpa pública por los insultos que ha lanzado en contra de los mexicanos, llamándonos 'violadores' y 'criminales'", dijo.
