China declaró este martes que los ataques aéreos de Occidente sobre Libia pueden generar un "desastre humanitario". Sus criticas se suman a las de Rusia, India, Brasil y otros países en desarrollo que han condenado las ofensivas aéreas lideradas por EE.UU. contra Muammar Gaddafi.
Pekín/Nueva Delhi. China declaró este martes que los ataques aéreos de Occidente sobre Libia pueden generar un "desastre humanitario", sumándose al coro de críticas de las grandes potencias emergentes en torno a la campaña autorizada por la ONU.
China, junto a Rusia, India, Brasil y otros países en desarrollo han condenado las ofensivas aéreas lideradas por Estados Unidos contra el líder libio Muammar Gaddafi como riesgosas e injustificadas.
La oposición a la campaña libia podría convertirse en un punto de convergencia diplomática entre el bloque "BRICS" formado por las principales economías emergentes: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que celebrarán una cumbre en el sur de China el mes próximo.
Pero es improbable que la postura crítica se traduzca en una acción unificada por un grupo dispar de países, que tienen sus propias rivalidades mutuas, opinó Shi Yinhong, profesor de seguridad internacional de la Universidad Renmin, en Pekín.
"Sin dudas, muchos países en desarrollo ven un precedente peligroso en los ataques occidentales y en la intervención (en Libia) en lo que es fundamentalmente una guerra civil", dijo Shi.
"Pero Rusia, China y los otros tendrán miedo de romper seriamente con Estados Unidos o de ofender a los países árabes, por lo cual no avanzarán mucho en su oposición", agregó.
Antecedentes de críticas a intervenciones. Las potencias occidentales lanzaron su campaña de bombardeos contra Libia el fin de semana con un mandato de la ONU para atacar sus defensas aéreas, imponer una zona de exclusión aérea y proteger a los civiles de las fuerzas de Gaddafi.
India, China y Rusia que, junto a Brasil, se abstuvieron en la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU la semana del 14 de marzo, tienen antecedentes de oponerse a intervenciones en estados soberanos.
Desafiaron la campaña liderada por Estados Unidos en Kosovo en la década de 1990, cuando la embajada china en Belgrado fue bombardeada, y también objetaron la invasión estadounidense en Irak.
El primer ministro ruso, Vladimir Putin, comparó la campaña en Libia con la invasión en Irak, diciendo que recuerda a "los llamados medievales para las cruzadas".
Las críticas de Brasil han sido débiles. El lunes, llamó a un cese al fuego en Libia y lamentó la pérdida de vidas. De los países del bloque BRICS, sólo Sudáfrica apoyó la resolución de la ONU.
China fue el que hizo más explícito su desacuerdo.
"Hemos visto reportes de víctimas civiles por la acción militar contra Libia en manos de los países en cuestión y expresamos nuestra profunda preocupación", dijo la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Jiang Yu, en una conferencia de prensa en Pekín.
"La intención original de la resolución del Consejo de Seguridad (de la ONU) era proteger la seguridad del pueblo de Libia. Nos oponemos al uso gratuito de fuerza armada que cause aún más muertes civiles y un desastre humanitario aún mayor", agregó.
En tanto, el ministro de Finanzas y líder de la cámara baja del Parlamento indio, Pranab Mukherjee, sostuvo ante legisladores en Nueva Delhi que "lo que ocurre en un país, dentro de sus asuntos internos, ningún poder externo debe poder interferir".