Dilma Rousseff destacó que desde el comienzo de su implementación, un año y medio atrás, fueron aprehendidas 360 toneladas de drogas, 2.200 armas, 280.000 municiones y 20 toneladas de explosivos.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, realizó este lunes un balance positivo del Plan Estratégico de Fronteras, una serie de operativos con la participación de las Fuerzas Armadas y las fuerzas policiales, en la prevención del crimen organizado.
En su programa semanal de radio Café con la Presidenta, Rousseff destacó que desde el comienzo de su implementación, un año y medio atrás, fueron aprehendidas 360 toneladas de drogas, 2.200 armas, 280.000 municiones y 20 toneladas de explosivos.
"Incluso siendo el área de seguridad pública y una responsabilidad constitucional de los estados, el gobierno federal tiene el deber de participar, en su área de actuación, para la mejora de la seguridad pública por medio de programas", resaltó.
Rousseff explicó que el Plan Estratégico de Fronteras consta de dos grandes operaciones: la Operación Ágata, liderada por el ministerio de Defensa, que moviliza a las Fuerzas Armadas, y la Operación Centinela, coordinada por el ministerio de Justicia y que reúne a la Policía Federal, la Policía Rutera Federal, y la Fuerza Nacional de Seguridad.
Recordó que Brasil cuenta con una frontera de más de 16.000 kilómetros con diez países de Suramérica.
"Los delincuentes eligen las regiones más vulnerables de nuestra frontera para el tráfico de armas y de drogas y también para el contrabando. Por eso, el combate al tráfico ha exigido una acción firme y una presencia fuerte del gobierno federal en las regiones de frontera", afirmó.
En los últimos años, además, Brasil firmó acuerdos con Colombia, Perú y Bolivia para combatir de forma más efectiva el crimen organizado en la región.
La idea del gobierno brasileño es intensificar esa cooperación en las áreas de inteligencia y de represión al crimen.
"Con acciones como el Plan Estratégico de Fronteras vamos construyendo, junto con nuestros vecinos, una sólida red de protección de fronteras, combatiendo el tráfico de drogas, el contrabando de armas, el crimen organizado", dijo.
"Con eso, trabajamos por la seguridad de las familias en las ciudades brasileñas y por una convivencia de paz y armonía con los países de Suramérica", agregó.