"¡Park Geun-hye! ¡Hoy! ¡Renuncia! ¡Inmediatamente! ¡Renuncia!", coreaban los manifestantes a pocos cientos de metros del palacio presidencial de la Casa Azul.

Seúl. La presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, enfrentaba una creciente presión para dimitir, luego de que cientos de miles de personas se manifestaron el sábado en la capital para protestar por las sospechas de que la mandataria dejó que un amigo acusado de abuso de poder y fraude se inmiscuyera en asuntos estatales.

La manifestación del sábado en el centro de Seúl fue la más grande hasta la fecha en la crisis que afecta a Park, de 64 años, y sus organizadores aseguran que reunió a unas 850.000 personas, que colmaron una autopista de 12 carriles de ancho. La Policía estima que hubo 260.000 personas.

Familias, estudiantes, jóvenes padres empujando carritos de bebé y personas en sillas de ruedas participaron en la marcha pacífica, que contrastó con la violencia de algunas manifestaciones previas dominadas por sindicatos radicales y grupos civiles que se enfrentaron con la policía.

Un hombre viajó siete horas desde la localidad sureña de Gimhae para participar en la manifestación, que exigió la renuncia de Park un año antes de que concluya su mandato.

"¡Park Geun-hye! ¡Hoy! ¡Renuncia! ¡Inmediatamente! ¡Renuncia!", coreaban los manifestantes a pocos cientos de metros del palacio presidencial de la Casa Azul.

"Estoy aquí para que mi país sea un mejor lugar para mis hijas", dijo Park Min-hee, un ama de casa de 34 años que acudió a la manifestación con sus dos jóvenes hijas y los padres de su marido. "Park Geun-hye lo hizo mal. Debe renunciar ahora mismo".

Este es el tercer fin de semana de protestas desde la primera disculpa pública de Park el 25 de octubre, cuando admitió que había pedido consejos a su amigo Choi Soon-sil. Sus palabras solo sirvieron para avivar la irritación popular y las sospechas sobre su confidente secreto, que al parecer no ocupaba un cargo oficial en el Gobierno y ha sido acusado de abuso de poder y fraude.

Otra disculpa de Park y un ofrecimiento de trabajar con la oposición parlamentaria para formar un nuevo gabinete y ceder algo de poder no lograron acabar tampoco con la crisis. Los opositores de Park afirmaron que la mandataria no comprende la gravedad de la situación.