Hablando en un evento naval en Río de Janeiro junto con algunos de los ex generales que se sientan en su gabinete, el presidente brasileño Jair Bolsonaro elogió a los militares y los describió como los árbitros definitivos de la democracia.
Río de Janeiro. El presidente de Brasil describió este jueves a las fuerzas armadas, que llevaron al país bajo una dictadura militar durante más de dos décadas, como los árbitros definitivos de la democracia.
Hablando en un evento naval en Río de Janeiro junto con algunos de los ex generales que se sientan en su gabinete, Jair Bolsonaro elogió a los militares de Brasil.
"La democracia y la libertad solo existen cuando las fuerzas armadas quieren que lo hagan", dijo Bolsonaro, un ex capitán del ejército.
Los críticos de Bolsonaro, un antiguo defensor de la dictadura militar de 1964-1985 en Brasil, han expresado su preocupación por el creciente papel de los ex soldados de alto rango en su gobierno.
Bolsonaro estuvo acompañado en el evento por su Asesor de Seguridad Nacional, el ex general Augusto Heleno, y su ministro de Defensa, el ex general Fernando Azevedo e Silva. Otros ex generales en su gabinete incluyen al ministro de Infraestructura, Tarcisio Freitas, y al ministro de Gobierno, Carlos Alberto dos Santos Cruz, un general retirado.
Una de las prioridades legislativas inmediatas de Bolsonaro es obtener la aprobación de una reforma de pensiones muy necesaria para apuntalar las finanzas públicas del país. Los ex generales han estado defendiendo que los militares, que disfrutan de beneficios considerables bajo el sistema actual, sean excluidos o protegidos de las nuevas medidas.
Sin embargo, Bolsonaro reiteró en su discurso que los militares no escaparán a las reformas.
"Lo que quiero de ti es un sacrificio", dijo, señalando que el nuevo sistema "afectará a los militares", pero sin dar mayores detalles.
La propuesta de Bolsonaro de abordar el aumento del déficit de pensiones al aumentar los impuestos, retrasar las jubilaciones y crear cuentas de ahorro individuales es la piedra angular de su agenda económica.
El mes pasado, presentó su propuesta al Congreso, con el objetivo de ahorrar más de 1 billón de reales (US$266.000 millones) en la próxima década. La mayoría de los economistas están de acuerdo en que el sistema debe ser revisado para apuntalar las finanzas públicas y fomentar el crecimiento.