Desde la venezolana Isla de Margarita, sede de la 17º Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), y al ser preguntado sobre la revitalización de la derecha regional, Correa consideró que Latinoamérica está atravesando momentos duros pero no trágicos, porque los "nuestros pueblos ya cambiaron".
Caracas. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, denunció este sábado la implementación de un nuevo "Plan Cóndor" para arremeter desde el "imperialismo" contra los gobiernos progresistas de América Latina.
"Estamos viviendo un nuevo Plan Cóndor, como cuando se unieron dictaduras para aplastar justicias sociales. Todo un Plan Cóndor del siglo XXI, se trata de golpes parlamentarios, de la judicialización de la política, caso Brasil y Argentina. Es un boicot a la integración regional, una arremetida feroz para destruir los movimientos progresistas", dijo Correa en entrevista concedida al programa Dossier, transmitido por la estatal Venezolana de Televisión.
Desde la venezolana Isla de Margarita, sede de la 17º Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), y al ser preguntado sobre la revitalización de la derecha regional, Correa consideró que Latinoamérica está atravesando momentos duros pero no trágicos, porque los "nuestros pueblos ya cambiaron".
"Lo que pasa es que todos se unen contra nosotros superamos esta coyuntura, pero saldremos más fortalecidos. Nuestros pueblos son la frágil y humilde arcilla que con el fuego (ataques) se endurece y fortalece", dijo el mandatario al referirse a un supuesto retroceso de los movimientos de izquierda en la región.
El Plan Cóndor es el nombre con el que se conoce la coordinación de acciones y apoyo mutuo entre las cúpulas de los regímenes dictatoriales del Cono Sur de América (Argentina, Brasil, Paraguay, Chile, Uruguay y Bolivia) con participación de Estados Unidos, llevado a cabo entre las décadas de 1970 y 1980.
Correa llamó a los gobiernos de izquierda de América Latina a fortalecer la conciencia política en los pueblos para evitar el avance de los sectores de la derecha que buscan socavar los progresos hasta ahora alcanzados.
"Nuestros pueblos tienen un buen corazón y mala memoria; se dejan muchas veces impresionar por cantos de sirenas ante el primer problema. Tenemos que lograr mayor conciencia política, que sean más invulnerables en la cosa de los medios de comunicación, de los pseudos analistas, a las cámaras de producción, a los poderes fácticos", aseveró.
Además, el mandatario ecuatoriano condenó la manipulación mediática que existe contra los procesos que se vive en los países de América Latina, por parte de la prensa privada y las grandes corporaciones internacionales para desprestigiar a los gobiernos de izquierda.
"Nicaragua, Bolivia, Ecuador son una muestra clara de cómo el socialismo ha duplicado el PIB y pasaron de ser los países más equitativos de la región junto a Uruguay y Venezuela. "No hay mayor justicia social que la eficiencia, el resto es pura propaganda", dijo el mandatario.
"¿Qué era Venezuela antes de Chávez?, fíjense, ahora hasta es considerada una amenaza para Estados Unidos", bromeó al referirse a la Orden Ejecutiva decretada por el presidente Barack Obama contra Venezuela, que la califica como una "amenaza inusual y extraordinaria" para la seguridad de Estados Unidos.
En otro orden de ideas, el presidente meridional habló sobre la necesidad de poner fin a los paraísos fiscales contra lo que "urge una acción global para lograr su eliminación".
"El Gobierno de Ecuador ha planteado una propuesta moral que busca el desarrollo del país, ya que establece que quienes ejerzan cargos políticos repatrien sus capitales y sean consistentes con el trabajo para el pueblo", sostuvo Correa.
Igualmente, el dignatario suramericano se solidarizó con la presidenta "constitucional de Brasil", Dilma Rousseff, y los expresidentes Lula da Silva (Brasil) y Cristina Fernández de Kirchner (Argentina) ante las "arremetidas judiciales".
El presidente Correa calificó la celebración de la 17º Cumbre del MNOAL como exitosa y destacó la importancia de que las resoluciones se ejecuten con Venezuela en la presidencia pro témpore del organismo que reúne a 120 naciones del mundo.