"El ELN ha sido golpeado en los últimos 18 meses, la evidencia lo muestra (...), y los ha llevado a actos de desesperación", dijo el presidente Iván Duque, quien prometió responder con "toda la fuerza" a esta nueva amenaza.
Bogotá. El presidente de Colombia, Iván Duque, ha atribuido el "paro armado" del Ejército de Liberación Nacional (ELN) a un "acto desesperado" de la guerrilla debido a los "golpes" que ha recibido en el último año, avisando al grupo armado de que los cuerpos de seguridad responderán con "toda la fuerza" a esta nueva amenaza.
"El ELN ha sido golpeado en los últimos 18 meses, la evidencia lo muestra (...), y los ha llevado a actos de desesperación", dijo el inquilino de la Casa de Nariño durante un consejo de seguridad celebrado el jueves en Montelíbano.
Según Duque, esa es la razón de que el ELN intente ahora "intimidar con panfletos y con comunicados", si bien ha avisado a la guerrilla de que "el Estado colombiano está listo para enfrentar esa amenaza".
"Colombia no para ante las amenazas de ningún grupo armado. Aquí estamos unidos, como país, para derrotar al crimen", afirmó, expresando su confianza en que "el Estado de Derecho" conseguirá reducir al ELN a "mínimos históricos".
El ELN anunció el pasado sábado que este 14 de febrero iniciaría un nuevo "paro armado" de 72 horas en la región del Catatumbo, donde combate a la también guerrilla del Ejército Popular de Liberación (EPL) por el control del territorio.
Los "paros armados" del ELN obligan a un confinamiento de los residentes locales, ya que restringen el tráfico de personas y vehículos por las zonas afectadas. En este caso, especificó que "se respetará el derecho a transportar por las vías a los enfermos que ameriten tratamiento hospitalario" y el movimiento por "asuntos fúnebres".
Las fuerzas de seguridad está en estado de alerta y se ha reforzado la vigilancia en los puntos más vulnerables, tales como el Catatumbo y Bogotá, que aunque no está directamente amenazada siempre está en el punto de mira del ELN. Así, la capital colombiana ha activado el llamado 'plan candado'.
El Gobierno ha reprochado al ELN que anuncie un "paro armado" al mismo tiempo que reclama a Duque que reanude el diálogo de paz que se rompió hace un año por el atentado perpetrado por la guerrilla contra una escuela de cadetes de Bogotá.
El Ejecutivo ha exigido al ELN que cese su actividad criminal, renuncie al secuestro y libere a los rehenes que aún tiene en su poder como requisitos previos a cualquier negociación. La guerrilla se niega por considerar que es una imposición unilateral.