Juan Manuel Santos no tiene la obligación de buscar el refrendo popular de los acuerdos que eventualmente firme con la guerrilla, pero insiste en hacerlo con la autorización de la Corte Constitucional para darles legitimidad política y jurídica.

Bogotá. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, pidió este jueves a una alta corte que declare ajustada a la Constitución una ley que le permitiría someter a un plebiscito los acuerdos de paz que eventualmente firme con la guerrilla de las FARC.

El Gobierno y las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) están en la fase final de una negociación que comenzó a finales del 2012 en Cuba y que busca poner fin al conflicto armado más antiguo de América Latina, que ha dejado 220.000 muertos y millones de desplazados en más de medio siglo.

Santos no tiene la obligación de buscar el refrendo popular de los acuerdos que eventualmente firme con la guerrilla, pero insiste en hacerlo con la autorización de la Corte Constitucional para darles legitimidad política y jurídica.

"Será ese pronunciamiento popular el que imprima el mayor sello de legitimidad ante el mundo entero y ante nosotros mismos a la fase de implementación de los acuerdos para la construcción de la paz", dijo el mandatario en una intervención ante el tribunal.

Las FARC, que cuentan con unos 7.000 combatientes y propusieron inicialmente una asamblea constituyente como mecanismo de refrendación de los acuerdos, no han aceptado aún el plebiscito, aunque han dejado abierta la puerta para que se consulte a los colombianos sobre la negociación.

Santos, un economista de 64 años que ha hecho de la búsqueda de la paz su principal bandera de gobierno, aseguró que otros mecanismos, como una reforma constitucional, son impracticables.

El Gobierno y las FARC negocian actualmente los términos de un cese de las hostilidades bilateral y definitivo, así como el mecanismo de validación del eventual acuerdo.

Las partes ya lograron acuerdos sobre mecanismos para dar acceso a la tierra a los campesinos pobres, la transformación de la guerrilla en un partido político, justicia, lucha contra el narcotráfico, desminado y búsqueda de desaparecidos.