Militares fuertemente armados custodiaban el palacio de gobierno donde el mandatario daba su habitual alocución sabatina, luego de que este jueves la insurrección de un grupo de policías pusiera al borde del caos a la empobrecida nación andina, tras casi cinco años de relativa estabilidad política.
Quito. El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, aseguróeste sábado que investigará a la oposición por considerar que intentóaprovechar una virulenta protesta policial contra unas medidas deausteridad para montar un golpe de Estado e instigar su asesinato parafrenar su proyecto socialista.
Militaresfuertemente armados custodiaban el palacio de gobierno donde elmandatario daba su habitual alocución sabatina, luego de que este juevesla insurrección de un grupo de policías pusiera al borde del caos a laempobrecida nación andina tras casi cinco años de relativa estabilidadpolítica.
Por momentos iracundo, el mandatarioprometió castigar a los que lo atacaron y retuvieron durante horas enun hospital capitalino hasta que fue rescatado en un espectacularoperativo de las fuerzas especiales entre disparos y granadas de humo.
"Habíamoscaído en una emboscada, eso era una trampa política", dijo Correa,quien volvió a señalar a Sociedad Patriótica, principal partido de laoposición, y a su líder, el militar retirado Lucio Gutiérrez, como losprincipales responsables del incidente.
Larebelión, que causó al menos ocho muertos y más de 200 heridos, ha sidoel mayor desafío para el gobernante socialista desde que llegó al poderen el 2006 y se produce en momentos en que el miembro más pequeño de laOPEP enfrenta problemas para recuperarse de la crisis económica global.
Apoyadoen numerosos videos de la jornada, el mandatario aseguró que iniciaráuna investigación "hasta sus últimas consecuencias", lo que podríavolver a tensar los ánimos en la inestable nación de unos 14 millonesde habitantes, donde los tres anteriores presidentes fueron derrocados.
"Todaesa gente tendrá que responder ante la justicia. Vamos a identificar amuchísisma gente", gritó enfadado el gobernante, que camina con bastóntras ser operado recientemente en una rodilla.
Trasinsistir en en que se ha derrotado a los insurgentes y que todo el paísestá bajo control, Correa agradeció el respaldo internacional recibido,incluyendo una cumbre de urgencia de la organización regional Unasurpara condenar los incidentes y el apoyo pleno de Estados Unidos.
Prohibido olvidar. Correainició el programa pidiendo un minuto de silencio para los caídos ytuvo palabras de elogio para sus agentes de seguridad, seguidores ycolaboradores que "arriesgaron la vida" por defender su proyectopolítico "revolución ciudadana".
Durante latransmisión, el mandatario comentó con detalle las vicisitudes de lajornada, desde que fue atacado cuando intentó convencer a losamotinados para explicarles la ley hasta el dramático desenlace con surescate del hospital, donde dijo que intentaron acabar con su vida através de "una lluvia de tiros".
"Esa gente desquiciada, manipulada políticamente, quería matarme", dijo exaltado.
Enuno de los videos que mostró, el jefe de los comandos especialesarengaba a sus soldados y daba instrucciones: "Ingresamos y le damosseguridad al presidente. Nadie, absolutamente nadie, dispara. Si nosdisparan, qué pena".
Por el momento, elcomandante jefe de la policía nacional, Freddy Martínez, fue destituidoeste viernes tras asumir la responsabilidad por la crisis, que mostró unavez más la fragilidad política del mayor exportador mundial de bananas.
Correa,que sigue siendo muy popular por los millonarios programas socialespara los pobres y su discurso de justicia social, defendió la polémicaley de servicios público que recorta algunos beneficios económicos delos cuerpos de seguridad, así como de otros funcionarios.
"Nadieha hecho tanto por la policía como este gobierno", reiteró, asegurandoque los sublevados ni siquiera habían leído la ley que eliminabonificaciones por ascenso, regalos de Navidad y otros estímulos quetildó de "limosnas" injustas.
Correa confirmódurante la crisis que estudiaba hacer uso de sus atribucionesconstitucionales para disolver la Asamblea Nacional y legislar pordecreto hasta la convocatoria de nuevas elecciones, pero no mencionóesta posibilidad el sábado.
El mandatario, al quesus adversarios acusan de gobernar autocráticamente, lidia con unconflicto interno en su propio movimiento político que ha frenado sucontrovertida agenda de reformas políticas y económicas.
"Enla Asamblea también hubo desmanes, problemas y esas son lasconsecuencias de una oposición irresponsable (...) ¡Compañeros!Prohibido olvidar a los que les importa un bledo la patria con tal demantener sus privilegios, mantener sus cuotas de poder, mantenerse enla palestra política", zanjó.