Estados Unidos deportó en 2010 la cifra inédita de 392.000 inmigrantes indocumentados en 2010, pero las autoridades destacan que 195.000 de ellos tenían cargos penales.
Washington. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó este lunes que carece de la potestad para frenar las deportaciones de los inmigrantes ilegales de Estados Unidos, pero reiteró que su gobierno está enfocado en expulsar a los criminales, durante un foro público con estudiantes hispanos.
"Con respecto a la noción de que yo puedo suspender las deportaciones a través de una orden ejecutiva, no es correcto, porque hay leyes que el Congreso ha aprobado", señaló Obama, quien contestó preguntas de estudiantes y maestros en la escuela multicultural Bell en la capital estadounidense.
"Estados Unidos es un país de leyes, lo que significa que yo como presidente estoy obligado a hacer cumplir la ley. No tengo opción. Es parte de mi trabajo", afirmó el mandatario, según la transcripción del evento divulgada por la Casa Blanca. Organizaciones de defensa de los inmigrantes han criticado a Obama, cuyo gobierno ha deportado a un número récord de indocumentados.
Estados Unidos deportó en 2010 la cifra inédita de 392.000 inmigrantes indocumentados en 2010, pero las autoridades destacan que 195.000 de ellos tenían cargos penales.
"Estamos enfocados principalmente en los criminales. Así que nuestras cifras de deportación de criminales han subido 70%. Las deportaciones de las personas no criminales han disminuido", dijo Obama.
El mandatario reiteró su compromiso con una reforma migratoria integral, que según ha manifestado anteriormente debería abrir una vía para la regularización de los casi once millones de indocumentados que viven en Estados Unidos, la mayor parte de ellos hispanos. Asimismo, dijo creer que "todavía podemos lograr" una reforma parcial conocida como Dream Act que proporcionaría estatus migratorio condicional.