El mandatario dijo además que enfrentará el proceso judicial en su contra y ha negado haber dirigido, junto con su ex vicepresidenta, Roxana Baldetti, una poderosa mafia aduanera.
El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, descartó este lunes renunciar al cargo luego de que una comisión legislativa recomendó el sábado retirarle la inmunidad para procesarlo por corrupción, a pesar de las crecientes presiones para que dimita.
El mandatario dijo además que enfrentará el proceso judicial en su contra y ha negado haber dirigido, junto con su ex vicepresidenta, Roxana Baldetti, una poderosa mafia aduanera.
Una comisión pesquisidora recomendó el sábado retirar la inmunidad a Pérez Molina, lo que abrió las puertas a que sea procesado por corrupción. Pero la decisión aún tiene que ser avalada por 105 de los 158 legisladores del fragmentado Congreso, donde ninguna fuerza política tiene una mayoría clara.
Los diputados podrían ser convocados para reunirse el martes, dijeron legisladores, mientras que el plazo máximo es de ocho días, por lo que la decisión se conocería antes de las elecciones presidenciales del 6 de septiembre.
Según las indagatorias del Ministerio Público y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), apoyada por la ONU, Pérez Molina y Baldetti eran los jefes de un grupo criminal que cobraba sobornos por el paso de mercancías importadas sin pagar los impuestos correspondientes.
El presidente ha rechazado los señalamientos y ha descartado dimitir pese a la creciente presión en su contra en las calles, donde ciudadanos, empresarios, universidades, iglesias y organizaciones sociales exigen su salida del poder.