Convertir a Honduras en un centro logístico y lograr la paz en Centroamérica están en la agenda de desarrollo del país. En Bruselas, DW habló con su presidente, Juan Orlando Hernández.
DW: Durante su gira ha hablado de convertir a Honduras en el segundo motor económico de Centroamérica. Ha mencionado el Agribusiness, la introducción a Europa de nuevos productos –como el camarón y el melón–, también de la creación de nuevos puertos. ¿Por qué ve la clave para el desarrollo de su país en estos puntos?
Juan Orlando Hernández: La parte agroalimentaria es porque tenemos el potencial natural. Valles, laderas, agua. Y porque Honduras es un país de vocación agroforestal. Pero el otro tema que va en paralelo es la ubicación de Honduras, en el centro de América. A corta distancia de un océano y de otro, lo que nos permite pensar en un centro logístico. Ambos temas para nosotros significan generación de oportunidades e ingresos para nuestro pueblo.
El plan suena a grandes proyectos, también de infraestructura. ¿En qué medida se tiene en cuenta al pequeño empresario y al pequeño productor?
La parte agroalimentaria que estamos gestionando es un financiamiento especial, exclusivamente para pequeños y medianos productores. Estamos impulsando el cultivo de palma aceitera hondureña y café, donde somos la quinta potencia mundial en producción de variedades suaves. Pero también la parte de alimentos básicos: arroz, maíz, frijoles y recuperar el potencial ganadero que el país ha tenido. Ese financiamiento va dedicado exclusivamente a pequeños y medianos productores.
¿El destino es el consumo interno o la exportación?
Consumo interno primero y también para exportar.
Usted habla del proyecto Alianza para la Prosperidad que ha sido presentado a Estados Unidos y a Naciones Unidas, por tres países centroamericanos (Honduras, Guatemala y El Salvador). ¿Qué papel desempeñan los otros países de América Central y en qué se involucraría la Unión Europea? ¿El plan tiene en cuenta en especial el fenómeno de la emigración de menores?
En el tema de la Alianza, la hemos iniciado tres países porque hemos sido los más afectados, desde octubre hasta junio, por el inusitado fenómeno de niños migrando a Estados Unidos. Lo bueno de haber enfrentado esto, es que se ha reducido dramáticamente la cifra. Pero estamos convencidos los presidentes del triángulo norte de Centroamérica que no es suficiente que nosotros tres como países lo enfrentemos. Tiene que haber una participación de Estados Unidos, porque es corresponsable de lo que origina el problema. Las drogas del tráfico se consumen en Estados Unidos y se producen en América del Sur. Y a su vez esto genera violencia y esa violencia es la causante de la migración. Hemos partido de un concepto: una Centroamérica en paz, una Centroamérica próspera con oportunidades económicas es una gran inversión para Estados Unidos. Y lógicamente para nuestro pueblo.
¿Dónde encajan los demás países?
Si usted resuelve el problema en un lugar y no lo mira regionalmente, y deja a otros aislados, el problema se mueve. Fue lo que les pasó a Honduras, a El Salvador y Guatemala después de que Colombia y México atacaron el problema. Los delincuentes se trasladaron al Triángulo Norte. Los presidentes de Costa Rica y Nicaragua comparten también esta preocupación y estamos viendo de manera integral el tema de seguridad. Pero vamos más allá. Estamos pidiendo que se incluya la participación de Colombia y México.
¿En qué nos puede ayudar la Unión Europea? LA UE ha decidido impulsar un plan de acciones efectivas para lograr recuperar la paz y la tranquilidad en Centroamérica. Creemos que si ya estamos haciendo un esfuerzo en Mesoamérica más Estados Unidos, el apoyo de la UE es vital.
Juan Orlando Hernández es abogado (1968) y miembro del Partido Nacional. Presidente de Honduras desde enero de 2014.