La vicepresidenta y primera dama, Rosario Murillo, confirmó que el mandatario nicaragüense asistirá este miércoles a la instalación de la del diálogo nacional convocado para intentar resolver la aguda crisis en el país.
Managua. "Ahí estaremos (...) para trazar esas rutas que nos permitirán, Dios mediante, escucharnos y discutir nuestros problemas con buena voluntad y con buen corazón", afirmó la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo.
La también primera dama y única vocera gubernamental anunció así este martes en declaraciones a los medios oficiales que el presidente, Daniel Ortega, asistirá este miércoles a la inauguración del diálogo nacional convocado para intentar resolver la aguda crisis en el país.
Murillo dijo que tanto Ortega como ella participarán en la instalación de la mesa de conversaciones entre el Gobierno, estudiantes, sociedad civil y empresarios, con mediación de la Conferencia Episcopal, prevista para las 10:00 locales (16:00 GMT) en la sede del Seminario Menor nuestra señora de Fátima, en el sector suroccidental de la capital.
"Estará ahí nuestro presidente, estaremos nosotros, estarán nuestros representantes según la metodología y la organización que dispongan los obispos de Nicaragua como mediadores y testigos de este evento histórico que con toda seguridad va a trabajar por la paz decididamente en nuestro país", agregó Murillo. "Que la paz sea el objetivo y la esperanza, y el diálogo la puerta y el camino", insistió.
Continúan las protestas. Mientras la vicepresidenta ofrecía declaraciones, fuerzas de choque del Gobierno y tropas antimotines de la Policía dispersaban con violencia manifestaciones de estudiantes en la ciudad de Matagalpa (norte), donde se reportaron extraoficialmente al menos diez personas heridas y un fallecido, trabajador del ayuntamiento de esa población que recibió disparos de los manifestantes, según el propio alcalde.
"Esa gente no quiere paz, quieren derramar la sangre de hermanos en el país, lo que quieren es dolor, el sufrimiento del pueblo de Matagalpa y del pueblo nicaragüense", denunció el alcalde de Matalgalpa, Sadrach Zeledón, a medios oficiales. También se registraron enfrentamientos en Estelí (norte), Juigalpa (centro) y Masaya, al sureste de la capital, informaron voceros de la Iglesia católica.
El canal 15 de televisión de Nicaragua (100% Noticias) denunció también una campaña de "asedio y terror" contra su personal y sus instalaciones, incluyendo disparos de arma de fuego que no han provocado heridos.
"Estamos sufriendo un asedio constante. Nos toman fotos, hacen filmaciones y nos amenazan con quemar el edificio del canal. Varios compañeros nuestros fueron amenazados de muerte", dijo Pineda Ubau.
El director de la televisora, Miguel Mora, y el periodista Luis Galeano, que dirige un programa político, han denunciado que recibieron amenazas por apoyar públicamente las protestas sociales que exigen la salida del presidente Ortega del poder.
"Última carta pacífica". "En buenísima esperanza, esa esperanza que tratamos de fortalecer todos los días en nuestra Nicaragua, esa esperanza que queremos que se extienda, que pedimos a Dios siga unida, fortaleciendo y defendiendo la paz y el bienestar", concluyó Murillo.
En un mensaje en su cuenta de Twitter, el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, miembro de la delegación mediadora de la Conferencia Episcopal, expresó que el diálogo será la "última carta pacífica" que jugará Nicaragua.
En la mesa del diálogo nacional participarán el Gobierno, los estudiantes y representantes de la sociedad civil y del sector privado, entre otros, el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), la Cámara de Comercio americana (Amcham) y la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides).
Según ha denunciado el rector de la Universidad Americana (UAM), Ernesto Medina, en una carta divulgada hoy, Ortega condicionó su participación en el diálogo a que dicho rector, que goza de amplia popularidad en la juventud nicaragüense, no participara en él.
"En la última reunión entre el Gobierno y los obispos (para organizar los encuentros), en la que se trató el caso, el Gobierno manifestó que si se me incluía en la delegación, no habría diálogo", sostuvo Medina.