El mandatario nicaragüense, Daniel Ortega, responsabilizó al cierre de la frontera ordenado por el Gobierno de Costa Rica y denunció que más de 1.000 camiones han quedado varados en las carreteras por esta medida.
Managua. El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, culpó a las medidas de control sanitario adoptadas por Costa Rica de la decisión tomada por su país este lunes de cerrar sus dos pasos fronterizos.
En un discurso televisado a nivel nacional, Ortega dijo que más de 1.000 camiones han quedado varados en las carreteras nicaragüenses antes de llegar a la frontera sur. El problema se inició el 8 de mayo, cuando Costa Rica comenzó a realizar tests de coronavirus a todos los camioneros que ingresaban al país, cuyos resultados tardan 72 horas.
Costa Rica informó que 61 camioneros hasta ahora habían dado positivo, la mayoría procedentes de Nicaragua. Los transportistas son examinados en la frontera; los que dan positivo son forzados a dar la vuelta y lo que muestran síntomas son rechazados sin una prueba.
"No es Nicaragua la que ha cerrado la frontera", dijo Ortega. "Es Costa Rica con las medidas que comenzó a tomar, a exigir, a establecer".
El Consejo Centroamericano de Ministros de Integración Económica discutió la situación el lunes y pidió a Costa Rica suspender las medidas. San José propuso crear un protocolo regional que incluya medidas de bioseguridad y un grupo de trabajo para asegurar que el comercio siga fluyendo libremente.
Ortega habla de "neumonía". Desde que comenzó la epidemia en marzo, Nicaragua sólo ha informado de ocho muertes y 25 casos confirmados de COVID-19. Esas cifras se han vuelto más difíciles de defender a medida que más nicaragüenses hablan de las muertes de sus familiares.
Si dar cifras de coronavirus, el mandatario de 74 años dijo que 309 personas murieron desde enero por neumonía, 87 más que en el mismo período del año pasado. Agregó que "algunas” de esas muertes estaban vinculados al coronavirus.
Sin embargo, destacó que el número de muertes por neumonía era similar al de 2016, cuando 329 fallecieron por esa enfermedad. Argumentó que muchos de los que murieron este año ya tenían otras enfermedades, lo que los hacía más vulnerables a la neumonía.
Ortega no ha aplicado acciones de distanciamiento social en Nicaragua y sigue promoviendo las reuniones masivas. Tampoco este lunes anunció ninguna medida sanitaria para el país de 6,5 millones de habitantes.