José Miguel Insulza admitió que la OEA enfrenta problemas, pero los atribuyó al hecho de que actualmente el ente acoge a muchos Estados con opiniones distintas.

Quito. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, se entrevistó con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, a quien presentó sus propuestas para la reforma del organismo, al que ha sugerido "revolucionarse o desaparecer".

Correa e Insulza conversaron en privado en el Palacio de Carondelet, sede del gobierno, en Quito, aprovechando la presencia del funcionario de la OEA en el país donde asiste a la IX Reunión de ministros de Justicia, procuradores y fiscales generales de las Américas.

Tras el encuentro, Insulza dijo a periodistas que el diálogo fue grato y que en él se abordaron alternativas para solucionar los impases que se han registrado entre los países miembros y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), un ente autónomo de la OEA.

El mandatario ecuatoriano ha sido muy crítico de la CIDH pues cree que "está totalmente influenciada por países hegemónicos y por los intereses del gran capital, particularmente, aquel capital detrás de los negocios dedicados a la comunicación", según ha dicho.

Insulza admitió que la OEA enfrenta problemas, pero los atribuyó al hecho de que actualmente el ente acoge a muchos Estados con opiniones distintas.

"Los tiempos han pasado en que la OEA era de un solo Estado y hoy día es de todos, y todos tienen opiniones distintas, lo que hace más difícil hacer las cosas muchas veces", apuntó.

Aún así, dijo que en la actualidad no existe una entidad que pueda reemplazar a la OEA. "No existe el sustituto en una serie de cosas, derechos humanos es una, nuestro sistema de observación electoral es excelente, nuestro trabajo en materia de seguridad pública", señaló.

En el encuentro también participó el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, quien insistió en la necesidad de reformar la CIDH, una instancia, que aseguró, no tiene potestad para dictar medidas cautelares.

"La CIDH no tiene la función de dictar medidas cautelares y no puede atribuirse funciones que no le corresponde", dijo Patiño tras indicar que en el encuentro también se trató "la diferencia de nivel en las relatorías" que trabajan dentro de la CIDH.

"Es hora de que todas las Relatorías tengan el mismo nivel y el mismo trato en temas de presupuesto e informes", añadió tras cuestionar el papel de la relatoría de la libertad de expresión a la que el gobierno ha acusado de interferir en asuntos internos.