El mandatario colombiano visitó este martes a los diez miembros del Ejército y la Policía liberados el lunes por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia luego de más diez años de secuestro.

El presidente Juan Manuel Santos visitó este martes a los diez miembros del Ejército y la Policía liberados el lunes por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) luego de más diez años de secuestro y confió en que la guerrilla cumpla con su palabra de no cometer más secuestros.

“Ojalá sean los últimos secuestrados de las FARC y que esta organización cumpla con su palabra de no volver a secuestrar nunca jamás", declaró.

Santos entregó un parte satisfactorio luego de hablar con cada uno de los uniformados y dijo que ellos se sienten listos a seguir trabajando por Colombia en sus instituciones.

“Hablando con ellos, se siente uno muy orgulloso como colombiano de tener soldados y policías que lo único que dicen es sentirse orgullosos de pertenecer a la Policía, de pertenecer al Ejército, de haber sido combatientes, y están listos a seguir combatiendo. Eso es algo que nos llena a todos los colombianos de orgullo por nuestras Fuerzas”, sostuvo.

El jefe de Estado manifestó que se le arrugó el corazón al escuchar el trato que recibieron en cautiverio. "Me contaban anécdotas y del tratamiento inhumano que recibieron durante 14 años encadenados. Eso tiene un impacto muy profundo en el alma (...) Se le arruga a uno el corazón cuando ve este contraste de la alegría de sus familias, cuando los vuelven a tener cerca y el relato del sufrimiento que vivieron por 13 y 14 años", narró Santos.

El presidente manifestó que por ahora el parte médico de estos cuatro miembros del Ejército y seis de la Policía es que “están muy bien de salud todos”, y añadió que los uniformados le dijeron “que se sentían bien de cuerpo y de alma”.

Finalmente, el mandatario mostró un lapicero con un bordado hecho por el sargento de la Policía José Libardo Forero.

“Algo que voy a guardar por el resto de mi vida, como testimonio de que ojalá sean los últimos secuestrados de las FARC”, expresó.

Entre la noche del lunes y la mañana de este martes, los uniformados fueron sometidos a varios análisis para determinar si tenían  enfermedades tropicales y establecer el impacto en su salud luego de trece años en la selva y bajo las peores condiciones.

Fuentes de la Policía manifestaron que los liberados fueron tratados por el personal que integra el equipo de salud mental del hospital para ayudarles a sobrellevar los cambios que a partir de su liberación tendrán que enfrentar en su entorno familiar y en la sociedad.

Según el primer parte médico entregado por la Policía, cuatro de los seis uniformados que recobraron su libertad necesitan ser sometidos a exámenes psicológicos, dentro de los parámetros normales, por lo que serán sometidos a un plan de salud mental para establecer el impacto del secuestro en su percepción de la realidad.

Según fuentes oficiales, el Sargento Jorge Libardo Forero y los intendentes Jorge Humberto Romero Romero, Wilson Rojas Medina y el Jorge Trujillo Solarte, tendrán esta atención especial por parte de especialistas de la Policía.

Así mismo, el intendente Trujillo será sometido a una cirugía de mano, al parecer por una lesión que sufrió en cautiverio y que le impidió por varios años mover su extremidad.