La lira ha caído un 40% este año ante las presiones ejercidas sobre la moneda por la preocupación de los inversores sobre el control de Erdogan sobre la política monetaria y una creciente disputa con EE.UU.
Ankara.- El compromiso y la determinación de los turcos son la garantía necesaria para combatir los ataques contra la economía de Turquía, dijo este sábado el presidente Tayyip Erdogan en sus primeros comentarios sobre la crisis monetaria en varios días.
La lira ha caído un 40% este año ante las presiones ejercidas sobre la moneda por la preocupación de los inversores sobre el control de Erdogan sobre la política monetaria y una creciente disputa con Estados Unidos.
Erdogan ha calificado el rápido deterioro de la lira como una "guerra económica" y acusó a Washington de tomar medidas contra Ankara por el destino de Andrew Brunson, un pastor estadounidense que está siendo juzgado en Turquía por cargos de terrorismo que él niega.
La lira alcanzó un mínimo histórico de 7,24 unidades por dólar a principios de este mes.
En dos declaraciones con motivo de los aniversarios de la batalla de Manzikert en 1071 y el Día de la Victoria, Erdogan dijo que prevalecería la unidad de los turcos contra los ataques dirigidos a su independencia política y económica.
"Al enfrentarnos a los ataques actuales contra la economía turca, nuestra mayor garantía es el compromiso y la determinación de cada miembro de nuestro pueblo para hacerse con su independencia, nación y futuro", dijo Erdogan.
Un tribunal turco rechazó la semana pasada una apelación por la liberación de Brunson, provocando las críticas del presidente estadounidense, Donald Trump, quien dijo que Washington no se quedaría "de brazos cruzados".
Al mismo tiempo, la agencia calificadora Standard & Poor's, que ha rebajado un escalón la calificación de deuda de Turquía, dijo que esperaba una recesión el próximo año, mientras que Moody's consideró que el debilitamiento de las instituciones públicas turcas había vuelto menos predecible la formulación de políticas.
Fitch Ratings había dicho anteriormente que la ausencia de una respuesta de política monetaria ortodoxa a la caída de la lira y la retórica de las autoridades turcas había "aumentado la dificultad de restaurar la estabilidad económica y la sostenibilidad".
