El mandatario Martín Vizcarra sostuvo que el Congreso busca en realidad que la ley para eliminar la inmunidad que aprobó este domingo sea anulada después debido a una serie de errores legales que cometió deliberadamente el Parlamento unicameral.
Lima. El presidente peruano, Martín Vizcarra, calificó este lunes como ardid la actuación del Congreso para eliminar la inmunidad de que gozan el mandatario y los legisladores, en otro choque entre ambos poderes mientras el país lucha contra el coronavirus.
Vizcarra sostuvo que el Congreso busca en realidad que la ley que aprobó este domingo por la noche en tiempo récord, para remover el privilegio que tienen los altos cargos públicos, sea anulada después debido a una serie de errores legales que cometió deliberadamente el Parlamento unicameral.
"La han distorsionado de tal manera que seguramente alguien irá al Tribunal Constitucional a dejarla sin efecto", manifestó Vizcarra a periodistas en el norte del país durante la entrega de ventiladores mecánicos para pacientes COVID-19. "Creemos que es un ardid para mantener la inmunidad parlamentaria", dijo.
La ley fue aprobada en el Congreso tras la presión de Vizcarra que había anunciado que llevaría esa reforma a un referéndum, en un país que ha llevado a cuatro expresidentes a prisión y al suicido a otro por casos de corrupción en los últimos años.
"Sacan la aprobación de una inmunidad completamente distorsionada donde incluyen al Presidente de la República. Miren, les digo a los congresistas y a todos los peruanos: no tengo ningun temor de que me quiten la inmunidad presidencial porque siempre he obrado con transparencia", dijo el mandatario.
Actualmente, los legisladores y el Presidente de la República de Perú no pueden ser procesados judicialmente sin autorización del Congreso durante los cinco años de funciones en el cargo, excepto por delito flagrante, según la Constitución del país.
La eliminación de la inmunidad incluido la de los ministros de Estado, miembros del Tribunal Constitucional y de la Corte Suprema, entre otros, deberá ahora de contar con una segunda votación en la próxima legislatura del Congreso, requisito para realizar cualquier cambio de la Constitución.
Esas reformas y otras son parte de la bandera política del centrista Vizcarra, quien se había enfrentado con el anterior Congreso dominado por el partido de derecha de la excandidata presidencial Keiko Fujimori, investigada por corrupción y cuyo bloque fue uno de los que bloqueó los cambios en el parlamento.
Las criticas de Vizcarra no cayeron bien en el Congreso, que organizó una conferencia de prensa para rechazar la declaración del mandatario que goza de una alta popularidad; un 70% en junio, pese haber caído desde un 87% en marzo cuando decretó estrictas medidas en una cuarentena para frenar la pandemia.
"Pedimos a la casa del frente (Palacio de Gobierno) que mantenga la calma, baje el nerviosismo y responda al pueblo", dijo el jefe del Congreso, Manuel Merino, del partido de derecha Acción Popular que tiene la primera minoría en el parlamento.
La actuación del Congreso fue criticada también por expertos y la presidenta del Tribunal Constitucional, Merianella Ledesma, que no descartó acudir a instancias internacionales por el tema.
El fragmentado Congreso fue elegido en enero tras la disolución del anterior por el mismo presidente Vizcarra en medio de un duro enfrentamiento con la oposición. Vizcarra tomó las riendas del país en el 2018 luego de la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski en medio de acusaciones de corrupción.
Perú registró el domingo los 302.718 casos de coronavirus, la segunda mayor cifra de contagios en América Latina, detrás de Brasil, y 10.589 fallecidos por COVID, según datos oficiales.