La disputa surgió la semana pasada cuando Garzón, un antiguo líder sindical que militó en la izquierda, manifestó su desacuerdo con una metodología del gobierno para medir los niveles de pobreza en el país.
Bogotá. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos y su vicepresidente, Angelino Garzón, superaron este martes una polémica que causó preocupación en la coalición de gobierno por el riesgo que el enfrentamiento pudiera acarrear para la gobernabilidad del país.
La disputa surgió la semana pasada cuando Garzón, un antiguo líder sindical que militó en la izquierda, manifestó su desacuerdo con una metodología del gobierno para medir los niveles de pobreza en el país.
Santos dijo el fin de semana, sin mencionar a su vicepresidente, que el funcionario que quisiera criticar tendría que retirarse y hacer su reclamo desde afuera del gobierno.
Pero Garzón dijo este lunes que no era empleado del gobierno sino un vicepresidente elegido por voto popular y que defendería su derecho a opinar.
"Hemos reiterado la voluntad, de contribuir de manera conjunta, a reparar cualquier circuito roto y hemos acordado como mecanismo el de mantener un diálogo permanente (...) sobre los grandes propósitos del gobierno", dijo el vicepresidente a periodistas después de una reunión privada con Santos.
El enfrentamiento entre Santos y Garzón había provocado preocupación entre líderes políticos de los partidos de la unidad nacional por su eventual efecto para la gobernabilidad del país.
Garzón afirmó que temas como la lucha contra la pobreza, el desempleo y los salarios dignos continuarán siendo importantes para el gobierno de Santos, quien cuenta con el apoyo de los partidos de la U, liberal, conservador, Cambio Radical y Verde, que le dan un sólido respaldo en el Congreso para la aprobación de importantes reformas.
"Hoy estamos mucho más unidos, muchos más convencidos que este mensaje de unidad en la diferencia que enviamos Juan Manuel Santos y Angelino Garzón, tiene como propósito el bien de Colombia", concluyó Garzón.