Las elecciones intermedias celebradas este domingo, en las que también fueron elegidos nueve gobernadores y más de 1.200 cargos estatales y municipales, estuvieron marcadas por disturbios en estados del sur y fueron vigiladas por fuerzas federales.
México DF. El gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) y sus aliados mantendrían la mayoría en la Cámara de Diputados de México tras las elecciones de este domingo, pese a la debilidad de la economía, las acusaciones de corrupción y a la violencia de la delincuencia organizada que asola vastas regiones del país.
El centrista PRI, al que pertenece el presidente Enrique Peña Nieto, obtendría entre 196 y 203 escaños, mientras que su aliado el Partido Verde alcanzaría entre 41 y 48 legisladores y el Partido Nueva Alianza tendría entre nueve y 12 diputados, según las primeras estimaciones de la autoridad electoral.
Con ello, los tres partidos sumarían entre 246 y 263 legisladores en la Cámara baja de 500 asientos del Congreso bicameral. En la actualidad tienen 251 escaños.
Luego de haber impulsado una serie de reformas estructurales clave, la popularidad de Peña Nieto ha sido golpeada porque según sus detractores no ha podido erradicar la extendida corrupción así como la violencia del crimen organizado.
Su gestión fue sacudida por la desaparición y masacre de 43 estudiantes de magisterio en septiembre del 2014, a manos de una banda de narcos coludidos con policías municipales.
Posteriormente estallaron acusaciones de supuestos conflictos de interés que lo involucraron a él, su esposa y su ministro de Finanzas por la compra de casas a una contratista del Gobierno.
Las elecciones intermedias del domingo, en las que también fueron elegidos nueve gobernadores y más de 1.200 cargos estatales y municipales, estuvieron marcadas por disturbios en estados del sur y fueron vigiladas por fuerzas federales.
El opositor PAN, la segunda mayor fuerza política del país, se alzaría con entre 105 y 116 diputados, y el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) obtendría entre 51 y 60 escaños en una cámara que es clave para la aprobación del presupuesto en la segunda mayor economía latinoamericana.
La votación perredista fue una de las más bajas de su historia explicada en parte por el surgimiento de Morena, un nuevo partido liderado por el ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, que obtendría entre 34 y 40 escaños.
Resultados en las gobernaciones. El PRI, que gobernó por siete décadas seguidas hasta el 2000, perdió algunos de los nueve gobiernos estatales en juego y recuperó otros.
En Nuevo León, cuna de grandes empresas, por primera vez ganó un candidato independiente, Jaime Rodríguez, en momentos en que el actual gobernador priísta ha sido blanco de señalamientos de corrupción.
Por otro lado el PRI arrebató al PRD el estado de Guerrero, uno de los más pobres y violentos del país y donde fueron secuestrados y asesinados los estudiantes normalistas.
El PRD habría recuperado Michoacán, que estaba en manos del PRI, y donde el gobernador renunció el año pasado en medio de sospechas de que su hijo era cómplice de los Caballeros Templario, un cártel del narcotráfico que además tenía al estado bajo acoso con extorsiones y secuestros.
A media noche, aún no estaba muy claro quien había ganado en otras gobernaturas.
Las elecciones fueron enturbiadas por protestas en reclamo de la aparición con vida de los estudiantes y contra la reforma educativa de Peña Nieto, lo que llevó a manifestantes a quemar más de un centenar de casillas de votación, atacar bancos y quemar vehículos en los estados de Guerrero y Oaxaca.
El Gobierno desplegó cerca de 40.000 policías, militares y marinos para controlar las protestas en Guerrero, Oaxaca, Michoacán y Chiapas.
Horas después de que concluyó la votación, en el municipio guerrerense de Tlapa, los maestros se enfrentaron con policías federales y uno de los docentes resultó muerto, informó Protección Civil del estado.
En Tixtla, un municipio campesino de Guerrero donde se ubica la escuela de magisterio Ayotzinapa a la que asistían los 43 jóvenes, las elecciones fueron suspendidas luego de que familiares y maestros quemaron decenas de casillas de votación y se enfrentaron con pobladores que querían sufragar. Más de 100 personas fueron detenidas por estos desmanes.
No obstante, en el resto del país los comicios se llevaron a cabo con normalidad, dijo el INE.
La campaña electoral fue la más convulsionada de las últimas dos décadas: 16 candidatos y otros políticos fueron asesinados y una veintena de aspirantes abandonaron la carrera por temor a correr la misma suerte, supuestamente amenazados por los cárteles del narcotráfico que se disputan territorios.