Aunque los partidos de la derecha lograron, como bloque, 72 diputados y 19 senadores, esas cifras no les alcanzan para obtener ventajas a la hora de debatir los proyectos de ley por la nueva composición del Congreso.
Santiago. La principal dificultad política del próximo Gobierno de Sebastián Piñera, quien tomará posesión el próximo 11 de marzo como presidente de Chile, estará en el Parlamento a la hora de aprobar las leyes.
Aunque los partidos de la derecha lograron, como bloque, 72 diputados (de 155) y 19 senadores (de 43), esas cifras no les alcanzan para obtener ventajas a la hora de debatir los proyectos de ley por la nueva composición del Congreso.
Por este motivo, Piñera, su Gobierno y sus parlamentarios estarán obligados a buscar acuerdos con la oposición en temas como la gratuidad en la educación, la reforma al sistema de pensiones, la modernización del Estado y reformas al sistema judicial, los cuales necesitan de un cuórum de 4/7 en ambas cámaras para poder transformarse en leyes orgánicas constitucionales.
Son 57 los escaños que tendrá la opositora Nueva Mayoría (en el Gobierno hasta marzo 2018), a la que, eventualmente, se le sumarían 20 parlamentarios del Frente Amplio, de izquierda, y los cuatro representantes del Frente Regionalista Verde Social y los independientes René Saffirio y Marisela Santibáñez.
En el Senado, el debate será fuerte por la oposición de los 21 senadores de la Nueva Mayoría, a los que se suman el izquierdista Alejandro Navarro (Partido País), Carlos Bianchi (independiente) y el debutante Juan Ignacio Latorre, de Revolución Democrática.
"Será un Congreso hostil al Gobierno", dijo Mauricio Morales, director del Centro de Estudios de la Universidad de Talca, toda vez que "habrá una oposición muy intransigente de parte del Frente Amplio, que buscará reconectarse con la calle para planificar lo que será la próxima elección municipal (2020)" .
En los comicios de 2016, recordó, "este movimiento sólo tuvo buenos resultados en Valparaíso con el triunfo de su alcalde, Jorge Sharp. Ahora el cuadro es distinto con 20 diputados", destacó.
"Serán fundamentales los negociaciones y los consensos", dijo por su parte Pablo Rodríguez, analista del Instituto Libertad.
A su juicio, "acá será clave el rol del Frente Amplio, que tendrá una fuerza muy relevante y las miradas estarán centradas en ellos. Eso no quita que veamos una oposición obstructiva más allá del potencial de la Nueva Mayoría, frente a la derechista Chile Vamos (la coalición de Piñera)".
Para Carlos Vergara, analista de Imaginacción, "será difícil para el Gobierno de Piñera, porque cada proyecto de ley que quiera impulsar requerirá de acuerdos para su tramitación y avanzar".
Piñera recibirá la banda presidencial el próximo 11 de marzo de la mandataria Michelle Bachelet, tras haber logrado la segunda victoria derechista en una década.
Destacado hombre de negocios, el nuevo presidente estará en su cargo hasta el año 2022, en una coyuntura de bajo crecimiento económico por la caída del precio del cobre, primer producto de exportación del país.
A Piñera lo apoyan los partidos de derecha: Unión Demócrata Independiente (UDI)), Renovación Nacional y Evolución Política (Evópoli), así como otras pequeñas organizaciones
En la primera vuelta electoral del 19 de noviembre, Piñera se impuso con la mayoría de lo votos y también en la segunda vuelta, donde venció al senador Alejandro Guillier, quien representó a los partidos de centroizquierda.
"Piñera ganó porque a los chilenos ha terminado por gustarles la alternancia en el Gobierno. Cuatro años con un presidente y cuatro con otro sirve para airear, limpiar, energizar", comentó el analista Eugenio Tironi.
Consideró además que el exmandatario ganó porque ofreció algo sobre lo que tiene credibilidad: crecimiento económico.
"El deseo de los chilenos por retomarlo es superior a su deseo de cambiar a la clase dirigente, que es lo que ofrecía Alejandro Guillier, candidato de la centroizquierda", agregó.
Las cifras convierten a Piñera en el presidente más votado en las segundas vueltas en Chile y también el que más votos ha obtenido desde la presidencia de Eduardo Frei (1994-2000) con 4.040.497, a pesar de la alta la tasa de abstención en el país.
De 14 millones de chilenos habilitados para sufragar, poco menos de la mitad del optó por hacerlo en la segunda vuelta del 17 de diciembre, lo que representa un 48 por ciento del total.
Ahora, Piñera se apresta a seleccionar a los ministros y otros altos funcionarios de su futura Administración, tarea compleja porque se anticipa una lucha de poderes con los nuevos líderes de la coalición de derecha, el senador Manuel José Ossandón, del Partido Renovación Nacional, y el senador Felipe Kast, líder del Partido Evópoli.
