La esposa del presidente suspendido de la Cámara de Diputados está acusada de blanquear más de US$1 millón que su marido habría obtenido a través de la red de desvíos de fondos y pago de sobornos.
El juez federal Sérgio Moro dictó hoy (09.06.2016) el procesamiento de la periodista Cláudia Cruz, esposa del presidente suspendido de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, por delitos vinculados a la trama de corrupción en Petrobras, informaron medios locales.
Cruz está acusada de blanquear más de un millón de dólares que su marido habría obtenido a través de la red de desvíos de fondos y pago de sobornos que operó en el ente estatal.
En esa misma causa, y con cargos similares, Moro encuadró al empresario Joao Augusto Rezende Henriques y al exdirector del área de Internacional de Petrobras Jorge Luiz Zelada.
Las acusaciones que pesan contra Cruz son las mismas que llevaron a la Corte Suprema a iniciar un proceso penal contra Cunha e incluso a suspenderle de sus funciones como diputado, al menos mientras dure el juicio.
Cuenta bancaria suiza. En el caso de Cruz, investigadores citados hoy por el portal del diario O Estado de Sao Paulo sostienen que era ella quien controlaba una cuenta bancaria suiza que estaba a nombre de la empresa offshore Köpek, con la cual pagó gastos de una tarjeta de crédito en el exterior. Esos gastos superaron el millón de dólares entre 2008 y 2014. Ese valor es considerado incompatible con los salarios y el patrimonio de la familia.
Además, el 99,7 por ciento del dinero depositado en la cuenta de Köpek provino de cuentas bancarias de las empresas Triumph SP, Netherton y Orion SP, que pertenecen a Cunha. Los fiscales tienen indicios de que esas cuentas del diputado en el exterior eran usadas en secreto por el legislador para garantizar su impunidad y recibir sobornos producto de los delitos contra la administración pública practicados por él.
Caso Petrobras. La suspensión de Cunha de la presidencia del Parlamento y de su mandato como legislador fue decretada por la Corte Suprema, que consideró que se valió de los cargos para entorpecer las investigaciones que lo vinculan con el caso Petrobras y el avance del proceso que puede resultar en su destitución.
Pese a la suspensión, Cunha continúa gozando de las prerrogativas de su cargo. Sigue viviendo en la residencia oficial del presidente del Parlamento, percibe normalmente su salario y goza del privilegio de los fueros, entre otros beneficios.