Según los resultados oficiales, Putin ganó con casi un 64% de los votos, a una enorme distancia del segundo, el comunista Gennady Zyuganov, con menos del 18%, pero gran parte de los oposición acusa al gobierno de fraude.
Moscú. Miles de personas que coreaban "es la hora del cambio" desafiaron el sábado la victoria de Vladimir Putin en las elecciones presidenciales rusas, aunque en un número mucho menor que en las últimas semanas.
Los asistentes aprovecharon una soleada mañana en el centro de la capital rusa y ondearon banderas, pancartas y globos y llevaron cintas blancas, el símbolo de las protestas que comenzaron hace tres meses tras unas polémicas elecciones parlamentarias. Repitiendo lemas de anteriores convocatorias, gritaron "Rusia sin Putin".
"El camino sería largo y difícil, no será una lucha rápida, pero lo haremos todo. Rusia será libre, ¡Rusia exige el cambio!", gritó a la multitud el político liberal Grigory Yavlinsky.
Pero la asistencia fue de unas 25.000 personas, según los organizadores, alrededor de una cuarta parte de los que acudieron a la última manifestación antes de las elecciones del 4 de marzo en las que Putin logró una victoria que le dio un tercer mandato de seis años como presidente.
La policía puso la cifra de asistentes en 10.000, y según testigos independientes fueron algo menos de 20.000.
Aunque observadores internacionales dicen que los comicios estuvieron sesgados en favor del aún primer ministro, los líderes de la oposición se han visto obligados a reconocerlo como vencedor por el margen de la victoria.
Según los resultados oficiales, Putin ganó con casi un 64% de los votos, a una enorme distancia del segundo, el comunista Gennady Zyuganov, con menos del 18%.
La oposición está teniendo dificultades para encontrar el modo con el que mantener la presión sobre Putin y montar un reto sostenido al hombre que dicen ha impedido el desarrollo político y económico de Rusia después de 12 años en el poder, como presidente o primer ministro.
Algunos se han mostrado desafiantes. Sergei Udaltsov, líder de la extrema izquierda, pidió una marcha de un millón de personas para el 1 de mayo, festivo nacional.
"Sólo la calle puede cambiar a las autoridades. Sólo las masas. No tenemos otra opción. Por eso estamos luchando, saliendo a las calles, hasta que los derroquemos", dijo.
Pero los organizadores no se pusieron de acuerdo en una fecha para la próxima manifestación y muchos dijeron que la oposición tiene que ser paciente con sus demandas de un sistema político más abierto y una mayor democracia.
"Si este sistema tardó unos 15 años en ser creado, necesitamos unos pocos años - tres, cuatro, cinco - para desmantelarlo", manifestó Yavlinsky.
Putin, de 59 años, ha dejado claro que permitirá las protestas que estén autorizadas, pero que actuará contra aquellas que no lo estén.
En la segunda ciudad del país, San Petersburgo, la policía se llevó a entre 30 y 40 personas el sábado cuando más de 200 llevaron a cabo una protesta silenciosa pero no autorizada, dijeron testigos. La policía informó de 280 detenciones en la ciudad el lunes.