El mandatario socialista, que no ha confirmado todavía su candidatura a la reelección, ha liderado desde 2006 un ciclón electoral que le ha permitido aprobar radicales reformas políticas y económicas.
Cuenca. El ecuatoriano Rafael Correa llegó este domingo a su quinto aniversario en la presidencia de Ecuador con unos elevados niveles de popularidad, que lo sitúan como favorito para ganar un nuevo mandato de cuatro años en las elecciones que celebrará la nación andina en 2013.
El mandatario socialista, que no ha confirmado todavía su candidatura a la reelección, ha liderado desde 2006 un ciclón electoral que le ha permitido aprobar radicales reformas políticas y económicas en la que fuera por décadas una de las naciones más inestables del continente.
Sin embargo, su encendido carácter y la lucha frontal con los medios privados de comunicación le han granjeado también un heterogéneo grupo de adversarios, que lo acusan de amasar un desmedido poder que está minando la institucionalidad democrática del país socio de la OPEP.
Sonriente y efusivo, el gobernante de 49 años llegó este sábado en la noche montado en un camión descapotable al estadio de Cuenca, en el suroeste del país, donde fue recibido por decenas miles de entusiasmados seguidores que lo aclamaron al grito de "reelección, reelección" y agitando banderas de la "revolución ciudadana" .
"El mayor legado de la revolución no son las carreteras, no son los colegios, no son los hospitales", dijo Correa, ataviado con una bufanda verde pistacho, color de su heterogéneo partido Alianza País. "Es el despertar de nuestra fuerza interna, de la voluntad de cambio y de victoria", agregó.
"Nada ni nadie nos podrá detener", gritó el carismático presidente, quien ha obtenido ocho triunfos electorales consecutivos en un país donde sus tres predecesores fueron derrocados en medio de protestas civiles y militares.
Correa cerró el año 2011 con una aprobación del 55% y un rechazo del 39%, según un sondeo de la firma CEDATOS con un margen de error del 3,2% realizado entre el 12 y el 21 de diciembre.
Aunque lejos de sus máximos del 70 por ciento cuando ganó la presidencia al magnate bananero Álvaro Noboa, la popularidad del mandatario se ha recuperado sostenidamente desde los mínimos de un 41 por ciento que tocó en medio de la crisis económica del 2009 y el 51 por ciento de 2010, según datos de la encuestadora.
También ha mejorado en los últimos dos años la percepción de los ecuatorianos sobre su "actitud y forma de ser", aunque todavía un 50 por ciento de los entrevistados la desaprueba frente a un 41 por ciento que la apoya.
Sin rival. Por el momento, el presidente ecuatoriano ha evitado pronunciarse sobre si intentará conseguir un nuevo mandato como prevén los analistas, alegando a que esa debe ser una decisión del partido y consultada con su familia.
"Estaré donde ustedes y la patria me necesiten. No rehúyo desafíos, compatriotas", apuntó horas antes de la celebración en su habitual programa sabatino.
El apoyo a Correa, quien fue ministro de Economía en 2005, se ha visto sostenido por el alto gasto público en obras de infraestructura, programas sociales para los pobres y planes educativos financiados por los altos ingresos petroleros, principal rubro de exportación del país.
Desde las remotas selvas amazónicas hasta las exóticas islas Galápagos, miles de seguidores del líder socialcristiano acudieron a los festejos, en los que también participaron la guatemalteca Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz de 1992, y el cantautor cubano Pablo Milanés.
"Tiene muchísimo por delante. Es el primer presidente que ha sacado del país a los estafadores, los que se llevaban el petróleo, los corruptos. Ya no está esa gente", dijo María Gómez, "correísta" incondicional que vino a celebrar con un grupo de amigas desde Salitre, en el sur oeste del país.
Mientras, los adversarios de Correa siguen fragmentados y sin un líder o discurso que los aglutine para contrarrestar sus políticas socialistas, como la renegociación de multimillonarios contratos petroleros y mineros con firmas extranjeras o la moratoria de pagos de parte de la deuda externa.
El economista formado en Estados Unidos y Europa asegura que actualmente los medios privados son el principal enemigo de su proyecto político y los que acusa de mentir y tratar de manipular a la opinión pública.
Correa ganó recientemente un juicio por calumnias contra el diario El Universo por una editorial sobre la revuelta de un grupo de policías en septiembre de 2010, un confuso incidente que el Gobierno calificó de intento de golpe de Estado y sus enemigos como un ejemplo de la mala gestión presidencial.
El periódico fue sentenciado a una multa de 40 millones de dólares y dos directivos y un ex editorialista a 3 años de cárcel por injurias, decisión que fue recurrida por la empresa y que ha generado una amplia polémica internacional.
"La patria vuelve y con nuestra revolución ciudadana nada ni nadie nos la podrá arrancar de nuevo. Hasta la victoria siempre compatriotas", concluyó un aguerrido Correa el sábado.