El mandatario, que intervino ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, también hizo referencia a distintos conflictos internacionales, pero se abstuvo de hablar del proceso de paz entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las Farc, del que su país es sede.
El presidente cubano Raúl Castro hizo este lunes su histórica intervención ante la Asamblea General de las Naciones Unidas tras un retraso de cerca de 3 horas.
En la agenda, el mandatario hizo referencia a distintos conflictos internacionales, resaltando enfáticamente su llamado a levantar el embargo en contra de su nación por parte de EE.UU.
A diferencia de otros mandatarios, Castro recibió una ovación de aplausos bastante extensa.
"Tras muchos años quedaron restauradas las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, ahora se inicia un largo y complejo proceso hacia la normalización de la relación que se alcanzara cuando se ponga fin al bloqueo económico y social. Cuando cesen las transmisiones radiales con programas de desestabilización contra la isla y se compense a nuestro pueblo frente a los daños que aún sufre”, señaló Castro ante el pleno de la ONU, añadiendo que mientras esto exista, continuaremos impulsando nuestro proyecto enfocado en el levantamiento de este embargo”.
El mandatario cubano se refirió a distintos conflictos internacionales, pasando por la crisis de refugiados en Europa, la cual rechazó vehementemente, la crítica situación de violencia en siria, su beneplácito al acuerdo nuclear alcanzado con Irán, entre otros.
Pese a que expresó su solidaridad y ayuda a distintos gobiernos latinoamericanos, como el de Nicolás Maduro (rechazando los “deseos de desestabilizar su gobierno” y el legado de Hugo Chávez), Cristina Fernández de Kirchner o Michelle Bachelet; Castro se abstuvo de hablar del proceso de paz entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las Farc, del que su país es sede.
“Hace 70 años los miembros de esta organización suscribimos la carta de las naciones unidas para relacionarnos bajo la guía de principios que debían llevar a una época de paz justicia y desarrollo para la humanidad”, señaló al inicio de su intervención Castro añadiendo que no obstante “han sido constantes las guerras de intervención a los asuntos de estado (…) Los denominados golpes suaves y la recolonización de territorios que han sido perfeccionados con el empleo de nuevas tecnologías y haciendo inaceptable acciones como la militarización del ciberespacio para agredir a otros. También es inaceptable que se distorsione la promoción de los derechos humanos utilizándolos de forma selectiva y discriminatoria para imponer decisiones políticas”.
“Es la pobreza y desigualdad donde debe buscarse las causa de los conflictos generados por el colonialismo, imperialismo y el reparto de influencias. 795 de millones de personas sufren hambre, 781 millones son analfabetos y 17 mil niños mueren a diario de enfermedades, mientras los gastos militares del mundo ascienden a más de 1, 7 millones de millones para la guerra. Con solo una fracción de este monto podrían aliviarse los problemas más apremiantes que afectan al mundo”, añadió el mandatario cubano.
Sobre América Latina
“Con la creación de la CELAC y particularmente con la firma de jefes de estado en enero de 2014 dela proclama de América Latina y el Caribe como zona de paz queda demostrado que sobre nuestras diferencias podemos avanzar hacia la unidad y consecución de objetivos comunes en el marco de nuestra diversidad”, indicó en su discurso Castro.
“En esta proclama reafirmamos el compromiso por resolver las diferencias pacíficamente y la convicción del pleno respeto de cada estado a elegir su sistema político económico social y cultural que constituye una condición esencial para convivencia pacífica. Que esto principios sigan de base a las relaciones con estos estados”, añadió para posteriormente iniciar mostrando su apoyo al gobierno de Nicolás Maduro.
Nos solidarizamos con las naciones del caribe que solicitan reparación frente a los horrores de la trata de esclavos sobre todo en un mundo en que la discriminación racial ha ido en ascenso. Ratificamos nuestra convicción de que Puerto Rico merece ser libre y dependiente. Nos solidarizamos con argentina con su legítima petición de las islas Malvinas. Y reiteramos nuestra solidaridad con Dilma Rouseff.