El hermano del líder de la revolución cubana Fidel Castro habló con el Papa durante casi una hora, una conversación inusualmente larga para una reunión papal, en el marco de una cita que el Vaticano aseguró es estrictamente privada y no una visita de Estado.
Ciudad del Vaticano. El presidente cubano, Raúl Castro, agradeció el domingo a Francisco la intermediación realizada para descongelar las relaciones entre La Habana y Washington, y dijo que el Papa lo impresionó tanto que podría volver a la Iglesia católica pese a ser comunista.
El hermano del líder de la revolución cubana Fidel Castro habló con el Papa durante casi una hora, una conversación inusualmente larga para una reunión papal, en el marco de una cita que el Vaticano aseguró es estrictamente privada y no una visita de Estado.
Las audiencias papales suelen ser extremadamente raras un domingo, pero el Papa hizo una excepción cuando Castro le preguntó si podía hacer una parada en Roma en su viaje de vuelta de Moscú para agradecerle por la mediación del Vaticano que terminó por destrabar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, dijeron altos cargos de la isla de régimen comunista.
Al salir de la reunión, Castro dijo a los periodistas que agradeció al Papa la mediación que llevó a la histórica reanudación de las relaciones diplomáticas entre los antiguos enemigos de la Guerra Fría después de más de medio siglo de antagonismo.
Más tarde, en una conferencia de prensa con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, Castro dijo que salió de la reunión con el Papa "realmente impresionado por su sabiduría y su modestia".
Francisco, quien tiene previsto visitar Cuba y Estados Unidos en septiembre, es miembro de la orden religiosa de los jesuitas y Castro bromeó diciendo que "incluso yo soy un jesuita en cierto sentido", en referencia a la educación recibida por esta congregación antes de la revolución.
"Cuando el Papa llegue a Cuba en septiembre, prometí ir a todas sus misas y estaré encantado de hacerlo", dijo Castro, que agregó que lee todos los discursos del primer Papa proveniente de América Latina, que ha hecho de la defensa de los pobres un puntal importante de su pontificado.
"Le dije al primer ministro (Renzi) que si el Papa sigue hablando como lo hace, tarde o temprano voy a empezar a rezar de nuevo y volveré a la Iglesia católica, y no estoy bromeando", dijo.
Tanto Raúl como Fidel Castro fueron bautizados como católicos.
Las actividades de la Iglesia fueron reprimidas durante décadas después de la revolución de 1959. El Gobierno comenzó a aflojar las restricciones en la década de 1990 y después de que el difunto Papa Juan Pablo II visitó la isla en 1998, Fidel Castro volvió a instaurar la Navidad como un día de fiesta.
Se espera que el pontífice esté en Cuba al menos dos días, según fuentes del Vaticano. Sus predecesores, Juan Pablo II y Benedicto XVI, visitaron Cuba y se reunieron con Fidel Castro.
Este año, el líder de los 1.200 millones de católicos del mundo también viajará a Bosnia, en junio, a Ecuador, Bolivia y Paraguay, en julio, y a varios países africanos a fines de año.