Obama utilizó sus poderes ejecutivos para flexibilizar modestamente algunas restricciones a los viajes, los negocios y las telecomunicaciones desde que selló su avance diplomático con Cuba en diciembre.
Washington/La Habana. Un acuerdo histórico para restaurar los lazos diplomáticos entre Washington y La Habana podría dar un nuevo impulso a los legisladores y activistas que buscan socavar -y poner eventualmente fin- al embargo comercial de Estados Unidos sobre Cuba, que dura ya 53 años.
A pesar del renovado llamado del presidente demócrata, Barack Obama, este miércoles al Congreso para que levante el embargo, se enfrenta a la resistencia de una mayoría republicana.
La Casa Blanca no ha ofrecido ninguna señal de que esté estudiando la posibilidad de tomar nuevas medidas por su cuenta.
Aún así, la reapertura de la embajada de Estados Unidos en La Habana a fines de este mes podría fomentar le inversión de las empresas estadounidenses, que se están moviendo con cautela a pesar del entusiasmo inicial.
Obama utilizó sus poderes ejecutivos para flexibilizar modestamente algunas restricciones a los viajes, los negocios y las telecomunicaciones desde que selló su avance diplomático con Cuba en diciembre.
"Esto es más que un simbolismo", dijo Geoff Thale, director del programa de la Oficina de Washington para América Latina, un grupo que aboga por la distensión entre Estados Unidos y Cuba.
"La apertura de las embajadas aumentará el nivel de facilidades para las empresas de Estados Unidos", dijo.
Una embajada estadounidense a pleno funcionamiento también podría ayudar a que un mayor número de estadounidenses viaje a la isla de gobierno comunista.
Aunque la ley estadounidense limita los viajes autorizados a Cuba y prohibe el turismo, miles de estadounidenses más logran llegar de todos modos a la isla a través de terceros países como México y Canadá.
Un abogado de Washington implicado en asuntos de Cuba lo calificó como parte de "un protocolo de no aplicación" de la ley por parte del gobierno de Estados Unidos, aunque el Ejecutivo de Obama no ha dado ninguna indicación de que esté haciendo la vista gorda a esas violaciones.
Algunos defensores estadounidenses de la normalización plena de los nexos con Cuba esperan que el gradual desmoronamiento de las restricciones consiga "vaciar" el embargo, que bloquea la mayor parte del contacto comercial entre los dos países.
En los últimos meses, surgieron en el Congreso varios proyectos relacionados con Cuba, con un número creciente de partidarios de ambos lados del espectro político.
Una medida impulsada por el senador republicano por Arizona Jeff Flake para poner fin a la prohibición de viajar atrajo a más de 40 patrocinadores.
La senadora demócrata Amy Klobuchar, de Minnesota, autora de una legislación para rescindir por completo el embargo, cree que la apertura de las embajadas y el restablecimiento de las relaciones son un importante paso en favor de la disminución de las barreras con Cuba.
"Creo que está ganando más impulso de lo que pensé que fuera posible en un principio", aseguró.