La Ley de Ajuste cubano de 1966 se puso en práctica para legalizar el estatus de unos 300.000 cubanos que se encontraban en un limbo legal, tras abandonar la isla y llegar a Estados Unidos como refugiados, poco después de la revolución socialista de 1959.
Miami. La decisión que anunció Cuba esta semana para facilitar los viajes al extranjero de sus ciudadanos no debería generar un éxodo repentino en el corto plazo, pero podría llevar a que se reconsidere el tratamiento preferencial que desde hace muchos tiempo reciben los inmigrantes cubanos en Estados Unidos.
Alarmados por la cifra de cubanos que han llegado a Miami por motivos económicos en lugar de las razones políticas que provocaron oleadas migratorias en el pasado, incluso algunos exiliados cubanos están cuestionando cada vez más una ley que les ha garantizado durante décadas un refugio seguro en Estados Unidos.
La Ley de Ajuste cubano de 1966 fue aprobada durante el gobierno del presidente estadounidense Lyndon Johnson y se puso en práctica para legalizar el estatus de unos 300.000 cubanos que se encontraban en un limbo legal, tras abandonar la isla y llegar a Estados Unidos como refugiados poco después de la revolución socialista de 1959.
La Ley marcó un procedimiento inusual, ya que no requería que los cubanos presentaran una solicitud de asilo político y les otorgaba automáticamente el ingreso legal y el camino para obtener la residencia permanente en Estados Unidos.
Tampoco se estableció una fecha para la duración de la ley. En aquellos primeros días de la revolución, la mayoría de los cubanos, así como las autoridades estadounidenses, nunca imaginaron que el éxodo seguiría por décadas porque estaban convencidos de que el gobierno comunista encabezado por Fidel Castro no duraría en el poder.
La legislación se ha mantenido vigente desde entonces, dando la opción a los cubanos de obtener un estatus migratorio único y privilegiado, solamente comparado con el de los húngaros en 1956.
"Con toda franqueza, es anacrónica. La Ley realmente no tiene mucho sentido hoy en día", dijo José Azel, del Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos en la Universidad de Miami.
Bajo las nuevas medidas anunciadas el martes en La Habana, los cubanos ya no necesitan obtener un permiso especial de salida para viajar al extranjero y sólo deben tener un pasaporte "actualizado", además de un visado normal que deberá otorgar el país al cual pretenden viajar.
EE.UU. está observando "el flujo". Autoridades estadounidenses sostienen que las nuevas medidas para flexibilizar los viajes no afectarán los programas existentes de visados para los cubanos que desean visitar a Estados Unidos.
"Pienso que la pregunta es si más cubanos desean viajar y están solicitando visas (...), pero obviamente tenemos que ver cómo esto afecta el flujo de viajes", dijo a periodistas el martes Victoria Nuland, portavoz del Departamento de Estado.
Estados Unidos acepta unos 20.000 cubanos anualmente mediante una lotería de visas, así como a otros miles bajo programas especiales incluidos en la reunificación familiar y casos de refugiados políticos.
Pero las nuevas medidas podrían dar lugar a que más cubanos busquen vías para viajar a terceros países como México o Canadá, para luego continuar camino a Estados Unidos.
La cifra de cubanos que llegan sin visas a las fronteras y aeropuertos de Estados Unidos ha oscilado entre 4.000 y 5.000 en los últimos dos años, según el Departamento de Seguridad Nacional. El diario The Miami Herald estima que el número se elevó hasta 7.400 el pasado año.
"Soy cubano". Según la ley, cualquier cubano que llega a la frontera de Estados Unidos se le permite la permanencia legal de forma automática y puede solicitar la residencia definitiva un año después.
"La Ley no requiere ningún tipo de declaración de persecución. Todo lo que tienes que decir es: 'Yo soy cubano'", dijo Lisandro Pérez, un experto en el tema Cuba de la Universidad de Nueva York.
El gobierno cubano ha arremetido contra la Ley de Ajuste de 1966 y sostiene que alienta a los cubanos a abandonar la isla y la emigración ilegal, poniendo en riesgo sus vidas al tratar de cruzar el traicionero Estrecho de Florida.
La mayoría de los países cuentan con requisitos rígidos de visados para los cubanos. Sin embargo, Ecuador eliminó el requisito de visa para el ingreso de los cubanos en el 2008 y ha visto crecer su llegada a 27.000 en el 2011 desde 4.700 en el 2007, según datos del ministerio de Turismo.
México fue una vez destino popular para personas que transportan a cubanos en lanchas rápidas porque está cerca geográficamente y el Gobierno no los enviaba de regreso a la isla cuando eran interceptados.
Pero en el 2008, a instancias de Cuba, México firmó un acuerdo para deportar a los cubanos, lo que llevó a una fuerte disminución en las cifras.
Miles de cubanos han obtenido pasaportes españoles en los últimos años en virtud de una ley destinada a restaurar la ciudadanía de los descendientes de quienes huyeron de ese país en la década de 1930 durante la Guerra Civil española. Más de 60.000 pasaportes se han entregado en los últimos tres años y hay unos 180.000 cubanos que califican para este beneficio.
Como miembros de la Unión Europea pueden ingresar a Estados Unidos sin visa y luego reclamar la residencia bajo el estatus de la Ley de Ajuste.
"Al poder viajar libremente a México y Canadá y poder ingresar a Estados Unidos por caminos fronterizos, la migración económica se convierte en un problema mayor", dijo John McAuliff, del Fondo para la Reconciliación y el Desarrollo que aboga por mejores relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
Algunos exiliados cubanos más viejos se quejan de que se está abusando de la Ley por aquellos que llegaron recientemente y viajan a menudo a Cuba para visitar a amigos y familiares.
Un representante cubano-estadounidense de Miami, David Rivera, presentó una enmienda a la Ley a principios de este año tratando de despojar a los exiliados cubanos de su estatus migratorio en Estados Unidos si regresan a Cuba a visitar a sus familiares.
"El hecho de que los cubanos hagan uso de la Ley de Ajuste Cubano citando la persecución política, y rápidamente viajan al país que les persigue, es un abuso claro y flagrante de la Ley", dijo.