Los partidos medianos y pequeños ganarán espacio en el próximo Legislativo a costa de las grandes formaciones, que elegirán un número menor de parlamentarios pero mantendrán su influencia.
Brasilia. El presidente que surja de las urnas este domingo en Brasil tendrá que lidiar con una Cámara baja ampliamente renovada y en la que los principales partidos perderán espacio, por lo que hasta Dilma Rousseff, favorita a ser reelegida, necesitará negociar una nueva mayoría, según analistas consultados este viernes por Efe.
Los partidos medianos y pequeños ganarán espacio en el próximo Legislativo a costa de las grandes formaciones, que elegirán un número menor de parlamentarios pero mantendrán su influencia, según las proyecciones hechas por el Departamento Intersindical de Asesoría Parlamentaria (DIAP).
"Ante el menor espacio de los partidos tradicionales y de la renovación, especialmente en la Cámara de Diputados, el próximo presidente, cualquiera que sea, tendrá que negociar con varios partidos para garantizar una mayoría puntual", afirmó hoy a Efe Antonio Augusto de Queiroz, analista del DIAP y uno de los responsables por las proyecciones de la entidad.
Además del presidente y de los gobernadores de los 27 estados del país, los brasileños elegirán el domingo la tercera parte del Senado (27 escaños) y la totalidad de la Cámara de Diputados (513 curules).
Pese a que la renovación será limitada en el Senado debido a que 54 senadores aún tienen cuatro años de mandato, en la Cámara Baja se prevén grandes cambios, con el número de partidos con representación saltando desde 22 hasta 28, según las previsiones del DIAP.
De los actuales 513 diputados, 391 aspiran a la reelección, por debajo de los 407 que lo intentaron en las elecciones de 2010 y de los 445 que quisieron renovar mandato en 2006.
Ello permite prever que la tasa de renovación será mayor que el 44 % registrado en 2010, cuando sólo fueron reelegidos 288 de los 407 que disputaron un nuevo mandato.
Según el DIAP, los partidos que apoyan la reelección de Rousseff, que lidera los sondeos para las elecciones del domingo con un 40 %, elegirán 309 diputados, frente a los 340 que tienen actualmente.
De acuerdo con estas proyecciones, el número de diputados del Partido de los Trabajadores (PT), de Rousseff, caerá desde 88 a unos 82, pero la formación oficialista se mantendrá como primera mayoría.
El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), principal aliado del PT y que se mantendrá como segunda mayoría, contará a partir de enero con 60 diputados, por debajo de los actuales 72, según las previsiones.
"En caso de que sea reelegida, la presidenta aún contará con una base parlamentaria muy consistente, la mayor entre todos los candidatos, pero menor a la que tenía e insuficiente para garantizar la aprobación de enmiendas constitucionales", explicó Queiroz.
El probable apoyo de 309 diputados le garantiza a Rousseff más de la mitad de los votos en la Cámara Baja pero, teniendo en cuenta la tradicional infidelidad de los legisladores en Brasil, no le otorga totalmente las tres quintas partes de los votos necesarios para aprobar cambios constitucionales.
"La mandataria propuso durante la campaña varias reformas que exigirán cambios constitucionales, por lo que tendrá que negociar con otros partidos. Lo más probable es que intente reconquistar el apoyo del Partido Laborista Brasileño (PTB) y del Partido Socialista Brasileño (PSB)", agregó el analista.
El PSB, que durante doce años fue aliado del oficialista PT, tiene como candidata a la Presidencia a la ecologista Marina Silva, y el PTB, que apoyaba a Rousseff, respalda ahora al socialdemócrata Aécio Neves.
Silva, con 24% de apoyo en las encuestas, y Neves, con el 21%, aún luchan por el segundo lugar el domingo para poder ir a una segunda vuelta con Rousseff en caso de que ésta, como indican los sondeos, no supere el 50% de los votos.
Según las proyecciones del DIAP, los partidos que apoyan a Neves elegirán el domingo 160 diputados, por encima de los 118 con que cuentan hoy, en tanto que los que respaldan a la ecologista tendrán unos 60 parlamentarios, frente a los actuales 32.
"Tanto Marina como Aécio contarían con una base parlamentaria muy débil y, en caso de que asuman la Presidencia, tendrán que negociar con varios partidos para alcanzar una mayoría", asegura Queiroz.
El analista considera que Neves tiene como opción negociar con el PMDB, mayoritario en el Senado y segunda mayor bancada en la Cámara de Diputados, que siempre se ha mantenido en el poder pese a que no postula candidato presidencial desde hace dos décadas.
El apoyo que pueda obtener Marina Silva es una incógnita debido a que la ecologista, con un discurso en el que defiende una "nueva política", ha dicho que no pretende gobernar aliada a los partidos sino con los "mejores" de cada formación, agrega el analista.