Erenice Guerra probablemente será reemplazada por Miriam Belchior, una funcionaria de su departamento, en medio de una polémica que ya se convirtió en tema de debate en las elecciones presidenciales.
Brasilia. La jefa de gabinete del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, presentó su renuncia este jueves, en medio de un escándalo ético que la oposición intenta usar a favor de su candidato a sólo semanas de las elecciones de octubre.
Erenice Guerra, cuyo rol como jefa de gabinete ejerce influencia en el gobierno de Lula, había estado bajo una creciente presión en los últimos días para que dejara el cargo por acusaciones de que habría estado involucrada en un caso de soborno para contratos de obras públicas.
El principal candidato opositor, José Serra, que ha bajado fuertemente en los sondeos, ha buscado vincular el escándalo con la candidata oficialista, Dilma Rousseff, quien precedió a Guerra como jefa de gabinete antes de salir del cargo para postular a la presidencia.
No obstante, Rousseff sigue encaminada a obtener la mayoría de los votos en primera ronda el 3 de octubre, con lo que se convertiría en la primera mujer presidente de Brasil, pese a acusaciones de que ha condonado malas conductas dentro del Partido de los Trabajadores (PT).
La candidata elegida por el presidente Lula no ha sido vinculada a fechoría alguna, por lo que analistas afirman que es improbable que los escándalos reduzcan su amplia ventaja, de 20 puntos o más, en los sondeos de intención de voto.
"Las posibilidades de que (la renuncia de Guerra) fuercen a una segunda ronda aún son más bien pequeñas. La oposición tendría que ser muy hábil para explotar este incidente", opinó Amaury de Souza, analista política de la consultoría MCM Associados.
"Hasta ahora, los escándalos de corrupción no cambiaron las preferencia de los votantes, excepto entre aquellos con mayor (nivel de) educación e ingresos. Eso es insuficiente para cambiar las posibilidades", agregó.
Escándalo. Rousseff cuenta con 51% de las intenciones de voto, contra 27% de Serra, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), según un sondeo de Datafolha divulgado este jueves.
La misma encuesta mostró la semana pasada que la candidata del PT contaba con 50%, contra 27% de Serra.
Rousseff ha ampliado su ventaja en los sondeos pese a las acusaciones, alimentadas por una intensa cobertura de medios respecto a que el PT habría accedido ilegalmente a registros impositivos de la hija de Serra y de miembros de la oposición para recoger información potencialmente dañina contra ellos.
El escándalo que involucra a Guerra, quien trabajó estrechamente con Rousseff cuando era jefa de gabinete, se centra en acusaciones de que ayudó a la consultoría de su hijo a obtener dinero a partir de contratos de obras públicas.
Guerra será reemplazada en forma interina por Carlos Eduardo Esteves Lima, funcionario de la Jefatura de Gabinete.
Un reemplazo permanente probablemente será nombrado la próxima semana, dijo un portavoz del gobierno.
La mayoría de los más recientes sondeos indica que Rousseff, quien se ha visto beneficiada por la enorme popularidad de Lula, ganaría las elecciones en primera ronda, con lo que evitaría un balotaje el 31 de octubre.
Si se eliminan los votos blancos y nulos -como sucede con los sufragios no válidos en las elecciones- la ex jefa de gabinete de Lula sacaría 57% de los votos, mostró el sondeo de Datafolha.