75% de los decomisos del alcaloide en el país se realizaron en el AICM; la droga proviene de Colombia, Panamá y Perú, de acuerdo con datos oficiales.
Ciudad de México. Siete de cada diez decomisos de cocaína que se realizaron en el país, de 2009 a la fecha, se hicieron en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), de acuerdo con reportes de la Procuraduría General de la República (PGR).
Información de la dependencia detalla que en seis años se incautaron dos toneladas del alcaloide en 35 operativos, de los cuales 25 tuvieron su origen en las instalaciones de la terminal aérea del Distrito Federal, droga proveniente de Colombia, Panamá y Perú.
Los reportes de la PGR exponen que en ese lapso la droga fue descubierta en espacios de la Terminal 1 y 2, en bultos ocultos en un sarcófago, en cajas de cereal y bolsas de café.
En septiembre pasado se realizó el mayor decomiso de cocaína de la historia en el AICM. El caso se conoció como el de la “cocaína negra”.
En el área de aduanas, un grupo especial de la Policía Federal y de la PGR localizó 40 costales identificados con una etiqueta que especificaba: “óxido de zinc”, pero que en realidad era cocaína y provenía de Bogotá, Colombia.
Para la Procuraduría General de la República, la segunda puerta de entrada de la cocaína es el puerto de Manzanillo, Colima.
El 75 por ciento de los decomisos de este alcaloide fueron en el Aeropuerto del DF, que suman dos toneladas desde 2009.
Uno de los lugares preferidos de los traficantes para ingresar cocaína al país es el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México ( AICM). El 75 por ciento del total de esta droga que ha sido decomisada y reportada por la Procuraduría General de la República (PGR), en los últimos seis años, ha pasado por dichas instalaciones.
De acuerdo con la PGR, de 35 decomisos de cocaína en el país, 25 fueron en la terminal aérea, lo que sumó un total desde 2009 de dos toneladas de esta droga asegurada , tanto en la terminal 1 como en la 2.
La procedencia de la cocaína que llegó hasta el Distrito Federal fue enviada desde Colombia, Panamá y Perú, principalmente.
Así como en épocas de Pablo Escobar, en las que este capo colombiano empleó los métodos más ingeniosos para camuflar la droga entre obras de arte, maletas con doble fondo, viejos refrigeradores y harina de pescado para comercializarla en diversas partes del mundo, en el AICM las autoridades mexicanas han descubierto la droga en las maneras más inusuales como en bultos ocultos en un sarcófago; los narcotraficantes han escondido la cocaína dentro de cajas de cereal y bolsas de café o de plano la han teñido de negro para hacerla pasar por otro tipo de sustancia.
El 3 de julio de 2010, la PGR aseguró más de 16 kilos de cocaína oculta en un sarcófago de caucho en las instalaciones de la aduana del Aeropuerto de la Ciudad de México, que era remitida desde Santiago de Compostela, España.
Mientras en la plataforma 54 de la Terminal 2, meses antes del incidente del sarcófago, estaban escondidos 17 kilos 620 gramos de droga entre cajas de cereal y bolsas de café que venían en un vuelo procedente de Lima, Perú.
El mayor decomiso de cocaína de la historia en el AICM se conoció como el caso de la “cocaína negra”, en septiembre de este año. En el área de aduanas, un grupo especial de la Policía Federal y de la PGR localizó 40 costales identificados con una etiqueta que especificaba: “óxido de zinc”, pero que en realidad era cocaína y provenía de Bogotá, Colombia.
Pero entre las formas más comunes de ingresar cocaína a México también está una que ha puesto en riesgo la vida de decenas de “burreros” (transportistas clandestinos de droga). Aunque este método parezca simplemente una trama de película como la contada en el guión de la cinta nominada al Óscar María llena eres de gracia, no lo es, pues constantemente la PGR, detiene a sudamericanos que consumieron cápsulas de cocaína para transportar la droga, a través de su estómago.
Ésta es la historia de Manuel Alejandro Orduña Corrales, él ingirió en total 70 cápsulas en forma de pequeñas salchichas, las cuales contenían aproximadamente 707 gramos de cocaína. El 22 de febrero de 2011 fue detenido cuando las autoridades detectaron la droga mediante rayos X y desde ese entonces, está pagando una condena en el Reclusorio Preventivo Sur.