La negativa para aprobar una reforma tributaria impulsada por el Ejecutivo ecuatoriano abre el camino a la débil oposición para estructurar una estrategia que le permita frenar futuras reformas planteadas por el popular Rafael Correa para avanzar en la llamada "Revolución Ciudadana".
Quito. La Asamblea de Ecuador negó este jueves la aplicación de una reforma tributaria clave para el gobierno, un revés político sin precedentes para el presidente Rafael Correa, que hasta ahora ha logrado sumar votos para aprobar sus reformas socialistas.
La resolución para negar los cambios impositivos con los que el gobierno buscaba crear nuevas cargas y aumentar otros impuestos se aprobó con 53 votos de los 100 presentes en la sesión.
Algunos aliados al movimiento oficialista respaldaron el pedido de la oposición de impedir la vigencia del proyecto.
La negativa de la reforma abre el camino a la débil oposición para estructurar una estrategia que le permita frenar futuras reformas planteadas por el popular mandatario para avanzar la llamada "Revolución Ciudadana".
"La oposición está ganando espacio en la Asamblea. Al principio éramos pocos, ahora ya somos casi una mayoría", dijo a Reuters el asambleísta opositor Vicente Taino al señalar que hay una posibilidad de estructurarse mejor.
Desde que asumió el cargo en enero del 2007, Correa ha logrado aglutinar una mayoría de la Asamblea para aprobar leyes claves como la de minería, reformas tributarias y una antimonopolio, cuestionadas por varios sectores.
El movimiento oficialista Alianza País tiene 53 curules en la Asamblea, de 124, pero con el apoyo de independientes y partidos menores de izquierda ha conseguido los 63 votos necesarios para aprobar o negar leyes.
Para aplicar resoluciones como la que se votó el jueves se requiere de una mayoría simple, de acuerdo a la ley.
Suba de impuestos. El paquete tributario, el quinto que lanzó el presidente en sus cuatro años de gestión, planteaba elevar el impuesto a la salida de capitales a un 5% desde el 2%, en un intento por proteger la economía local, así como los impuestos para cigarrillos y bebidas alcohólicas.
Además, creaba otros tributos con los que el gobierno apuntaba a promover el cuidado ambiental, como un gravamen a la contaminación vehicular y a la utilización de botellas y fundas plásticas.
La reforma tributaria arrojaría entre US$400 y US$450 millones a las arcas fiscales, que se destinarían a sectores sociales, especialmente salud.
Para el oficialismo, la reforma tributaria era un paso para controlar a algunos sectores económicos y aplicar un equilibrio entre los ingresos y el pago de impuestos entre las clases pudientes.
"Es evidente que se han defendido los intereses de las tabacaleras, de las licoreras, de las importadoras de autos, esos son los intereses que hoy festejaban los asambleístas de la oposición con brincos y saltos", dijo Paola Pabón, asambleísta de Alianza País.
Correa podría presentar a la Corte Constitucional una demanda para que deje sin efecto la resolución de la Asamblea o insistir con la reforma ante el Legislativo.
La Asamblea debate actualmente una polémica ley de comunicación que busca crear un ente regulador de contenidos de los medios de prensa.
El mandatario impulsa un millonario plan de inversión en sectores sociales, financiado por créditos con China y en los altos precios del crudo, lo que le ha permitido sostener sus niveles de popularidad y convertirse en el político más popular de cara a las elecciones de enero del 2013.
Correa aún no ha oficializado si participará en esos comicios.