En videos publicados en redes sociales, hombres que se identificaron como prisioneros dijeron que habían tomado el control de la sede del Sebin, donde están recluidas cientos de personas. El Fiscal solo informó de "unos hechos" sin dar detalles.
Caracas. Un revuelta estalló este miércoles en las atestadas celdas del servicio de inteligencia en Caracas, donde están detenidos decenas de opositores y un misionero mormón estadounidense, que suplicó libertad y ayuda para difundir lo ocurrido en las redes sociales, según videos y familiares.
No hubo información oficial sobre el incidente, pero en videos publicados en redes sociales hombres que se identificaron como prisioneros dijeron que habían tomado el control de la sede del Sebin, conocida como Helicoide, donde están recluidas cientos de personas.
"Esto está tomado pacíficamente por los presos políticos y todos los presos que están aquí secuestrados, que a diario son torturados", dijo uno de los hombres en un video, agregando que las autoridades habrían disparado armas y gas lacrimógeno.
Reuters no pudo confirmar de manera independiente el origen de los videos ni las circunstancias en los que fueron grabados.
El ministerio de Comunicación e Información de Venezuela no respondió a una solicitud de comentarios.
El fiscal general Tarek William Saab informó de unos "hechos" en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), sin entregar detalles.
"Ante los hechos acaecidos hoy en la sede del Sebin Helicoide, instruimos a una comisión del @MinpublicoVE para que se trasladara a dicho recinto. En tal sentido, esa delegación conversó con una representación de los privados de libertad y así atender sus peticiones", escribió el fiscal en su cuenta de Twitter.
El funcionario no informó lo que ocurrió ni el estado de los reclusos tras el incidente.
Comentarios de familiares y activistas sugieren que los disturbios se desencadenaron por una golpiza dada al prisionero Gregory Sanabria, un joven del estado Táchira. Imágenes de un hombre con la cara golpeada e inflamada circularon en las redes sociales.
El abogado y activista Alfredo Romero, del grupo de derechos humanos Foro Penal, dijo en las afueras del Helicoide que el altercado aparentemente desencadenó "alguna pugna interna".
Grupos de derechos humanos y adversarios del presidente Nicolás Maduro dijeron que las autoridades venezolanas mantienen injustamente detenidos a cientos de prisioneros políticos por protestar contra la "dictadura".
Maduro, de 55 años y quien buscará su reelección este domingo, asegura que todos los activistas encarcelados están allí bajo acusaciones de violencia y subversión.
"Necesito tu ayuda". Joshua Holt, un ciudadano estadounidense y misionero mormón cuya familia dice que fue falsamente acusado de tenencia de armas mientras estaba en Venezuela para su boda, pidió ayuda.
"El Helicoide, la prisión donde estoy, está convulsionada. Los guardias y otras personas están aquí. Trataron de irrumpir en mi habitación y matarme. ¿qué hacemos?", publicó Holt en su perfil de Facebook. Su madre confirmó que la cuenta en la red social es de su hijo.
En un video publicado más tarde este miércoles en Twitter, Holt dijo: "Estoy aquí para mostrarles que no estoy siendo secuestrado. El único que me ha secuestrado es el Gobierno de Venezuela. Necesitamos que la gente nos ayude".
Holt apareció acompañado por otros tres hombres y dijo que todos estaban detenidos sin un juicio y que a algunos de los reos se les ha negado la atención médica.
La embajada de Estados Unidos en Caracas dijo que estaba "muy preocupada" por los disturbios.
"Joshua Holt y otros ciudadanos estadounidenses están en peligro. El Gobierno de Venezuela es directamente responsable por su seguridad y le haremos responsables si algo les sucede", escribió la embajada en Twitter.
El encargado de negocios de Estados Unidos en Venezuela, Todd Robinson, se trasladó a la cancillería en Caracas para buscar información.
"Ninguna respuesta por parte del gobierno", tuiteó la embajada estadounidense en Caracas junto con una foto de Robinson aparentemente abandonando el edificio.