En años recientes, la tasa de criminalidad ha empeorado en el estado brasileño de Rio Grande do Sul, y casi 7 de cada 10 habitantes manifiestan sentir miedo a ser víctimas de un homicidio.
El estado brasileño de Rio Grande do Sul buscará reducir los índices de criminalidad violenta (homicidios y robos) mediante un nuevo programa integrado de prevención que apunta a jóvenes de entre 15 y 24 años en situación de riesgo. El proyecto será financiado en parte por un crédito de US$50 millones aprobado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En años recientes, la tasa de criminalidad ha empeorado en Rio Grande do Sul, y casi 7 de cada 10 habitantes manifiestan sentir miedo a ser víctimas de un homicidio.
El Programa se enfocará en ciudades con los mayores índices de vulnerabilidad juvenil a la violencia del estado: Alvorada, Porto Alegre y Viamão. En estas ciudades, las tasas de abandono y reprobación escolar son mayores a las medias del estado y del país, afectando la empleabilidad de los jóvenes.
Por esta razón, el programa propone la generación de oportunidades y la protección de los derechos de este segmento de población, que concentra la mayor cantidad de víctimas del crimen.
Por otra parte, la Policía Militar y la Policía Civil tienen vacíos de información que les impide llevar a cabo acciones de prevención efectivamente, razón por la cual el proyecto contribuirá con la modernización de las tecnologías de información para mejorar los registros policiales y fomentar la capacitación en recolección y análisis de la información delictiva.
Una característica innovadora es la promoción de una mayor presencia estatal en los territorios, articulando acciones entre las diversas esferas del poder público, el sector privado y la sociedad civil. Esto se hará abordando el problema de manera integral y focalizando las inversiones en zonas geográficas con los mayores índices de criminalidad (3 de los 496 municipios del estado).
El programa buscará reducir la exposición de los jóvenes a circunstancias y comportamientos de riesgo, por medio de la generación de oportunidades para el uso productivo de su tiempo. Esto incluye la construcción de seis Centros de Juventud para los jóvenes en circunstancias de vulnerabilidad socioeconómica. Asimismo, el programa capacitará agentes de policías en tareas de resolución de problemas, y fomentará la implantación del modelo de policía comunitaria. También se fortalecerá el proceso de formación de investigación policial.
La idea es que, en un plazo de cuatro años, se contribuya a que 32.000 jóvenes no abandonen la escuela y 51.000 desarrollen su primera experiencia laboral.
El crédito tiene un período de amortización de 25 años y una tasa basada en Libor. La contraparte local aportará US$6 millones.