Con su buen desempeño en el debate, Mitt Romney podría ver una fuerte alza de recaudaciones, un nuevo interés por parte de votantes indecisos y una ola de apoyo de parte de los republicanos. Sin embargo, el tiempo se le acaba.
Washington. Tras varias semanas difíciles, el candidato presidencial republicano estadounidense Mitt Romney consiguió el miércoles por la noche una buena actuación en el primer debate contra el presidente demócrata Barack Obama. La pregunta es si es muy tarde para que eso haga una diferencia.
Romney podría ver una fuerte alza de recaudaciones, un nuevo interés por parte de votantes indecisos y una ola de apoyo de parte de los republicanos luego de, aparentemente, haber emergido como claro ganador en su primera confrontación cara a cara con Obama.
Romney probablemente también se verá beneficiado por cobertura mediática favorable.
Aún así, a poco más de un mes de las elecciones del 6 de noviembre, a Romney se le acaba el tiempo para conseguir una ventaja.
Las votaciones ya han comenzado de una u otra forma en 35 estados y un 6% de ellos ya han emitido sus sufragios, según un sondeo de Reuters/IPSOS divulgado este miércoles.
Y aunque los debates son algunos de los eventos más memorables de cualquier campaña presidencial, existe poca evidencia de que puedan cambiar el resultado de una elección.
Obama quizás no haya impresionado, pero evitó caer en el tipo de actuación desastrosa que pueda provocar que sus partidarios reevalúen su apoyo.
"Nadie va a cambiar de bando sobre la base de este debate", afirmó Samuel Popkin, profesor de ciencia política de la Universidad de California en San Diego.
Compartiendo escenario con el presidente por primera vez, Romney aprovechó al máximo la oportunidad para convencer a los votantes que está a la altura de la tarea de liderar a la nación.
Obama no se veía feliz sobre el escenario.
Sus respuestas eran algo serpenteantes y académicas, cargadas con datos pero sin mayor visión. Afirmó que los planes impositivos y presupuestarios de Romney no tienen sentido, pero no recurrió a otras líneas de ataque que han probado su efectividad en el pasado.
"Romney ganó. La verdadera sorpresa es que haya ganado tan claramente", comentó Paul Sracic, profesor de ciencia política de la Youngstown State University.
Los votantes parecían concordar.
Un 67% de los encuestados por CNN en un "sondeo relámpago" tras el debate declaró a Romney como el ganador. Las perspectivas de reelección de Obama en Intrade, un mercado de predicciones online, cayeron a un 66% desde un 74%.
Debates no suelen tener mucho impacto. Obama mantiene la ventaja en los sondeos de opinión. El miércoles, superaba a Romney con un 47% frente a un 41% en el sondeo diario de seguimiento Reuters/IPSOS, un margen que se ha mantenido razonablemente constante desde mediados de septiembre.
Otros sondeos han mostrado que la carrera será un poco más reñida. Obama tiene claras ventajas en la mayoría de los estados políticamente divididos que probablemente decidirán las elecciones.
Muchas encuestadores prevén que el margen de Obama se reducirá de algún modo durante el próximo mes, pero los debates raramente tienen mucho impacto.
Los sondeos de opinión han cambiado en un promedio de menos de un punto porcentual luego de los 16 debates presidenciales que han tenido lugar desde 1988, según datos recogidos por el investigador Tom Holbrook, profesor de ciencia política en la Universidad de Wisconsin en Milwaukee.
El mayor cambio tuvo lugar en el 2004, cuando el contendor demócrata John Kerry avanzó 2,3 puntos porcentuales ante el presidente republicano George W. Bush. Bush ganó la reelección.
La gente que ya ha decidido votar contra Romney no cambiará de idea, sin importar lo presidencial que luzca en debates, afirmó Popkin.
"Si piensas que es una persona egoísta que va a velar por los ricos, igual puedes pensar que es un ejecutivo confiado, cómodo, genial que te despide con una sonrisa", comentó.
Y algunos votantes podrían haberse concentrado en las palabras proferidas por ambos candidatos en vez de en la forma en que las dijeron.
Mientras que Romney le bajó el perfil a sus posturas conservadores en un esfuerzo por llegar a los votantes de centro, Obama enfatizó exitosamente temas como la educación y la reducción del déficit que resultan de interés para ese grupo, dijeron varios observadores.