En un comunicado, el abogado de Rousseff, José Eduardo Cardozo, anunció la decisión y advirtó que el gobierno en funciones será el "responsable por cualquier situación que viole la seguridad personal de la presidenta en esos viajes".
Río de Janeiro. La presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, dijo este martes que pasará a viajar por el país en vuelos comerciales o en automóvil, después de que el gobierno interino de Michel Temer limitase sus viajes en avión sólo al traslado a Porto Alegre, donde tiene su residencia particular.
En un comunicado, el abogado de Rousseff, José Eduardo Cardozo, anunció la decisión y advirtó que el gobierno en funciones será el "responsable por cualquier situación que viole la seguridad personal de la presidenta en esos viajes".
Rousseff fue suspendida de la Presidencia por el Senado el pasado 12 de mayo, por lo que ahora se enfrentará a un juicio con miras a su destitución en la misma Cámara Alta.
A pesar de haber sido suspendida, la mandataria mantiene derecho a determinadas prerrogativas del cargo, como el uso de aviones del gobierno o la posibilidad de mantener la residencia oficial de la Presidencia en Brasilia, la cual todavía ocupa.
No obstante, la semana pasada el gobierno de Temer ordenó que Rousseff sólo pudiera utilizar los aviones oficiales para los trayectos entre la capital Brasilia y Porto Alegre, donde tiene su domicilio particular y vive la mayor parte de su familia.
La decisión se tomó después de que Rousseff viajara la semana pasada a Río de Janeiro, donde participó en un acto en el que lanzó duras críticas al gobierno de Temer y volvió a reiterar que es víctima de un "golpe de Estado".
El abogado defensor de Rousseff dijo que "la prohibición" del uso de aviones oficiales "no impedirá" que la presidenta suspendida "viaje por el país, en el ejercicio del libre derecho de locomoción otorgado por la Constitución a todos los ciudadanos".