"En Venezuela vemos una situación en la que hay una historia. No le cabe a Brasil discutir lo que Venezuela tiene que hacer, porque estaría en contra de nuestra política exterior. No nos manifestamos sobre la situación interna de ningún país", dijo Dilma Rousseff.

Rio de Janeiro. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, descartó este lunes que su país intervenga en la crisis política y social de Venezuela y evitó compararla con la que se vive en Ucrania, afirmando que ambos países atraviesan por situaciones "absolutamente dispares".

"No podemos comparar casos absolutamente dispares. En Venezuela vemos una situación en la que hay una historia. No le cabe a Brasil discutir lo que Venezuela tiene que hacer, porque estaría en contra de nuestra política exterior. No nos manifestamos sobre la situación interna de ningún país", dijo Rousseff a la prensa este lunes tras participar en Bruselas en la reunión Brasil-Unión Europea.

Preguntada sobre una comparación entre las situaciones que se viven en Venezuela y Ucrania, la mandataria brasileña explicó que "el caso de Venezuela es distinto, no es una situación igual a la de Ucrania. Siempre tuvimos dentro de los órganos latinoamericanos una posición de apoyar a la democracia, y no la vamos a abandonar", comentó.

No obstante, Rousseff dijo que "siempre, en cualquier situación, es mucho mejor el diálogo, el consenso y la construcción democrática que cualquier otro tipo de ruptura institucional", en referencia a las protestas sociales en ambas naciones, que han llevado a miles de personas a las calles.

Para la presidenta de Brasil resulta peor tener las instituciones públicas vacías de poder que un gobierno que enfrente protestas. "Cuando hay un vacío político es posible que otro lo ocupe, pero siempre hay un candidato que intenta ocuparlo y es el caos. Con el caos viene siempre la destrucción económica, social y política", agregó.

Al ser cuestionada sobre las protestas de junio pasado en Brasil, Rousseff evitó una nueva comparación con Venezuela y Ucrania, pero destacó que las de Brasil no fueron reprimidas con violencia.

"Tenemos en nuestro registro un momento excepcional que fueron las manifestaciones de junio, en las que no hubo ninguna represión. Nosotros convivimos con la democracia. Y quien tiene democracia siempre quiere más democracia", puntualizó.