La mandataria volvió a afirmar que el ajuste fiscal es necesario para mejorar las cuentas públicas y garantizar que Brasil vuelva a crecer.
Brasilia. El Gobierno de Brasil debe mostrar humildad y escuchar cuando hay protestas callejeras, pero sin cambiar de posición respecto de lo que considera importante, dijo el lunes la presidenta Dilma Rousseff.
La mandataria habló un día después de que cientos de miles de personas salieron a las calles en varias ciudades a protestar contra la corrupción, el alza de los precios y a pedir su destitución.
Rousseff volvió a afirmar que el ajuste fiscal es necesario para mejorar las cuentas públicas y garantizar que Brasil vuelva a crecer.
Rousseff destacó que el programa de ajuste fiscal es el "camino para seguir creciendo". La mandataria también admitió que la política económica de su primer mandato no fue eficaz para reactivar la economía.
Rousseff afronta un momento muy delicado a menos de tres meses de haber comenzado su segundo mandato, por los problemas de la economía y el creciente escándalo de corrupción que envuelve a Petrobras.