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Dilma Rousseff se convierte en la primera presidenta de Brasil
Lunes, Noviembre 1, 2010 - 10:08

El Tribunal Supremo Electoral declaró vencedora en segunda vuelta a la candidata oficialista, que sumaba 55,92% de los votos con más del 98% de las mesas contabilizadas, y aventajaba por más de 10 puntos a José Serra.

Brasilia. La izquierdista Dilma Rousseff ganó el domingo las elecciones de Brasil y se convertirá en la primera presidenta en la historia del país, con sus promesas de mantener a la mayor economía latinoamericana en el camino de prosperidad que sacó a millones de ciudadanos de la pobreza.

El Tribunal Supremo Electoral declaró vencedora en segunda vuelta a la oficialista Rousseff, que sumaba un 55,92 por ciento de los votos con más del 98 por ciento de las mesas contabilizadas, y aventajaba por más de 10 puntos a José Serra, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).

Desde la moderna capital, Brasilia, hasta las favelas de Río de Janeiro, los votantes repitieron lo que ha sido el tema que definió la campaña: la esperanza de que Rousseff, de 62 años y del Partido de los Trabajadores (PT), continúe con los programas sociales y las políticas económicas de su mentor, el popular presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

"El país nunca ha estado tan bien como ahora", dijo Milton Carneiro, un ingeniero que votó por Rousseff en Brasilia. "Espero que las cosas continúen de este modo", agregó.

Ese sentimiento fue lo que Serra no pudo vencer. El mismo candidato reconoció al momento de votar que peleaba "una batalla desigual", en aparente referencia a la economía en crecimiento, que ha llevado a muchos brasileños a gastar dinero por primera vez en autos, televisores y otros bienes.

Ahora Rousseff, que militó en organizaciones guerrilleras y fue torturada en la década de 1970 por la dictadura militar, deberá concentrarse en las asignaturas pendientes para que Brasil finalmente deje el camino del subdesarrollo.

En la agenda está la lucha por contener la apreciación de la moneda local, el real, que está afectando a los exportadores; volver a dejar el gasto fiscal bajo control; e invertir en infraestructura antes del Mundial de Fútbol 2014 y de los Juegos Olímpicos 2016, que tendrán lugar en Brasil.


Pero ha mostrado poco apetito por grandes reformas económicas y se espera que mantenga en líneas generales las políticas de Lula, concentrándose en mejorar la eficiencia del Gobierno, reducir la burocracia y expandir el rol del Estado en algunas áreas estratégicas.

"Esperamos una continuación de las políticas económicas decentes llevadas a cabo por Lula, pero desafortunadamente parece que no hay lugar para las reformas estructurales que Brasil necesita para optimizar el gasto público", dijo Alberto Bernal, jefe de investigación en Bulltick Capital Markets.

Una de las luces de alerta de Brasil es justamente el gasto público, que los analistas recomiendan recortar porque la economía de Brasil no crecerá a un ritmo tan acelerado el próximo año.

Voto a la continuidad de Lula. Dado que la Constitución le prohíbe al carismático Lula, un ex líder sindical, postularse a un tercer mandato consecutivo, la mayoría de los brasileños vio a su protegida Rousseff como la mejor alternativa.


A los más pobres les ha ido especialmente bien durante los ocho años de mandato de Lula.

Juarez Alves, de 50 años, dijo que la reactivación económica ha transformado tanto a la gigantesca favela Rocinha, en Río de Janeiro, como al empobrecido estado norestino del que es oriundo, donde las iniciativas de bienestar de Lula e inversiones en infraestructura han tenido los mayores efectos.

"Donde vive mi madre ahora hay luz, agua y la ciudad está toda bonita", afirmó Alves, un portero, después de votar por Rousseff. "Lo que Lula hizo por el noreste no lo hizo nunca nadie", agregó.

Pero el presidente saliente no quiere ser una sombra sobre el Gobierno de su sucesora, de acuerdo con uno de los hombres de confianza del mandatario.

"Quiere ser un apoyo discreto, no va a haber cohabitación en el Gobierno. Ella es la presidenta y punto", dijo el domingo a la prensa el jefe de Gabinete de Lula, Gilberto Carvalho, uno de los asesores más cercanos de Lula.

"Lula no quiere opacar a Dilma", agregó. Rousseff, quien superó hace poco tiempo un cáncer y fue la primera vez que se postulaba a un cargo de elección popular, no había logrado ganar en la primera ronda el 3 de octubre y se quedó corta del 50% de los votos que necesitaba apenas por tres puntos porcentuales.

Entonces, algunos escándalos de corrupción que estallaron a último momento dentro del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y algunas de sus opiniones sobre temas sociales decepcionaron a los votantes. Pero el domingo la economista y ex ministra de Energía logró recuperarse. Sin embargo, los desafíos económicos no son menores.

"Hay grandes desafíos por delante: lidiar con el tipo de cambio, la reforma tributaria, reducir el impacto de los impuestos sobre las exportaciones, infraestructura. Es difícil elegir sólo una prioridad, hay diversas acciones y todas tienen que ser atacadas", dijo Robson Andrade, presidente de la Confederación Nacional de la Industria Brasileña.

Autores

Reuters