El encuentro ha sido organizado por la Confederación Nacional de Agricultura (CNA), que recibirá por separado a Rousseff y a sus principales rivales de cara a los comicios del 5 de octubre próximo: el socialdemócrata Áecio Neves y el socialista Eduardo Campos.
Brasilia. Los tres principales candidatos a la presidencia de Brasil, encabezados por la actual jefa de Estado y aspirante a la reelección, Dilma Rousseff, se reunirán este miércoles con empresarios del sector agrícola, uno de los pilares de la economía nacional.
El encuentro ha sido organizado por la Confederación Nacional de Agricultura (CNA), que recibirá por separado a Rousseff y a sus principales rivales de cara a los comicios del 5 de octubre próximo: el socialdemócrata Áecio Neves y el socialista Eduardo Campos.
Los últimos sondeos le adjudican a Rousseff una intención de voto cercana al 40%, frente al 22% que obtendría Neves y el 10% que se le atribuye a Campos.
Esos resultados llevarían la definición a una segunda vuelta, en la que Rousseff se impondría con una votación cercana al 40% al abanderado socialdemócrata, que escalaría hasta cerca del 35%, según estas encuestas.
La semana pasada, estos tres candidatos participaron en un evento similar promovido por la Confederación Nacional de la Industria (CNI).
Según documentos difundidos por la CNA, los empresarios exigirán al próximo gobierno una mayor "seguridad jurídica" en el campo, a fin de acabar con los conflictos por la propiedad de la tierra que son recurrentes en vastas regiones del país.
Esos conflictos enfrentan a hacendados con indios, campesinos sin tierra y bandas de tráfico ilegal de madera o piedras preciosas, y los empresarios los atribuyen a la falta de una legislación adecuada y a la escasa presencia del Estado en el campo.
La CNA, al igual que organizaciones indígenas y de pequeños campesinos, argumenta que muchos de esos problemas obedecen a las demoras y "omisiones" en la demarcación de tierras, que acaban generando disputas por la propiedad.
"Son asuntos jurídicos, directamente vinculados al derecho de la propiedad privada y a la seguridad para invertir", dice uno de los documentos divulgados por la patronal.
Una de las propuestas centrales de los empresarios en ese sentido exige la aprobación de un proyecto de ley que tramita el Congreso y propone traspasar a las cámaras legislativas la responsabilidad de de la demarcación de tierras.
Ese proyecto es resistido por organizaciones indígenas, que en varias ocasiones han denunciado que eso favorecería a los grandes terratenientes, que cuentan con el apoyo de un grupo suprapartidario que existe en las cámaras, conocido como "bancada rural".
Según datos de la CNA, el 34% del territorio brasileño está preservado por leyes ambientales u ocupado por indios, lo que limita las áreas de producción.
El presidente de la Asociación Brasileña de Agronegocio (Abag), Luiz Carlos Correa Carvalho, aseguró en una nota de la CNA que "en los países agrícolas con los que Brasil disputa mercados las zonas preservadas no llegan al 9%".
Correa Carvalho anticipó también que los empresarios del campo exigirán del gobierno una "fuerte aceleración" de las inversiones en infraestructuras y sobre todo en carreteras, ferrocarriles, puertos y silos de almacenamiento.
"La falta de infraestructuras adecuadas es otra traba para el crecimiento del sector agrícola", dijo el empresario, para quien esas carencias contribuyen a encarecer la producción, impactan sobre la inflación y también perjudican al sector exportador.