En las tres semanas que transcurrieron desde la primera vuelta del pasado 5 de octubre, las descalificaciones personales y las agresiones verbales entre ambos candidatos marcaron el tono de la campaña.
La presidenta y aspirante a la reelección, Dilma Rousseff, y el candidato opositor Aécio Neves, lamentaron al momento de votar la virulencia que marcó la campaña para la segunda vuelta electoral que se celebra este domingo en Brasil.
"Tuvo momentos lamentables, formas de trato indebidas y creo que eso fue rechazado por la población. Creo que a la población no le gustó" la campaña, declaró Rousseff a periodistas tras votar en la escuela Santos Dumont de la ciudad de Porto Alegre, en el sur del país.
Neves sufragó en el colegio Governador Milton Campos, de su natal Belo Horizonte, en la que curiosamente Rousseff, que también nació en esa ciudad del sureste del país, cursó sus estudios primarios.
Al igual que Rousseff, en declaraciones a periodistas Neves se quejó del desarrollo de la campaña electoral, que en su opinión ha sido la "más sórdida" vista en Brasil.
"La otra candidata creó divisiones artificiales" y se valió "del terrorismo electoral para intentar mantenerse en el poder", declaró Neves, quien volvió a negar que Brasil se esté fraccionado entre los "pobres" que apoyarían a Rousseff y los "ricos" que le respaldarían a él.
En ese marco, apuntó que si las urnas le dan la victoria este domingo, su "primera misión será promover la unión nacional".
En las tres semanas que transcurrieron desde la primera vuelta del pasado 5 de octubre, las descalificaciones personales y las agresiones verbales entre ambos candidatos marcaron el tono de una campaña que ha llegado a su fin sin que las encuestas hayan podido identificar a un claro favorito.
Rousseff, candidata del Partido de los Trabajadores (PT), ganó la primera vuelta con el 41,5 %, frente al 33,5 % del abanderado del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
Las encuestas difundidas desde la primera vuelta transitaron por una auténtica montaña rusa y las intenciones de voto de uno y otro candidato variaron constantemente y los alternaron en el papel de favoritos.
Este sábado fueron difundidos los últimos sondeos y en general le atribuyeron cierto favoritismo a Rousseff, aunque alguna encuesta también apuntó como vencedor a Neves.
Los institutos Datafolha e Ibope afirmaron que Rousseff supera a Neves por una diferencia de entre seis y cuatro puntos porcentuales, pero la firma MDA le adjudicó al socialdemócrata una intención de voto del 50,3 %, frente al 49,7 % que obtendría la jefa de Estado.
Como hicieron en la primera vuelta, Rousseff y Neves votaron en medio de decenas de seguidores y escogieron su vestuario en función de los colores que identifican a sus partidos.
La presidenta vistió una chaqueta del rojo encendido que tiene como marca el PT, mientras que Neves usó una camisa del color azul que caracteriza al PSDB.
Tras emitir su voto en Porto Alegre, en el sur del país, Rousseff tenía previsto viajar a Brasilia, donde esperará el resultado de los comicios, lo cual Neves hará en Belo Horizonte.
La mayoría de las mesas funcionará hasta las 17.00 hora local (19.00 GMT) pero, por las diferencias horarias que existen en el país, los primeros boletines oficiales se conocerán unas tres horas después, cuando hayan cerrado los colegios de las regiones norte y noroeste.