Representantes del bloque de seguridad de repúblicas ex soviéticas se reunieron el lunes para discutir la situación en el país del centro asiático.
Osh, Kirguistán. Un grupo de seguridad liderado por Moscú consideraría enviar una fuerza militar a Kirguistán para sofocar los enfrentamientos étnicos que han causado la muerte de al menos 124 personas en el empobrecido Estado del centro de Asia.
La violencia entre residentes kirguisos y uzbekos en las ciudades sureñas de Osh y Jalalabad comenzó el jueves y escaló durante el fin de semana. Testigos dijeron que pandillas armadas con rifles automáticos, barras de acero y machetes habían incendiado casas y disparado a residentes que huían.
Representantes del bloque de seguridad de repúblicas ex soviéticas conocido como Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), liderado por Rusia, se reunieron el lunes para discutir la situación en el país del centro asiático.
"La OTSC tiene a su disposición todo lo que se necesita para actuar en estas situaciones, incluyendo un contingente de paz (...) fuerzas colectivas de rápida reacción y rápidos despliegues de fuerzas de la región del Asia Central", dijo el secretario general de la organización, Nikolai Bordyuzha, según lo citó la prensa rusa.
"Pero hay que pensarlo bien antes de usar estos medios, y lo más importante es usarlos como parte de un conjunto de medidas", indicó, sin especificar las medidas.
La organización comprende a Rusia, Bielorrusia, Armenia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán.
Los últimos enfrentamientos representan la peor ola de violencia étnica en Kirguistán desde 1990, cuando el entonces líder del Kremlin Mikhail Gorbachov envió soldados soviéticos a Osh luego de que cientos de personas murieran en una disputa por la tenencia de tierras.
Los renovados disturbios en Kirguistán han provocado preocupación en Rusia, Estados Unidos y la vecina China.
Washington utiliza una base aérea en Manas -en el norte del país a unos 300 kilómetros de Osh- para enviar suministros a sus fuerzas en Afganistán. Rusia también posee una base militar en el país.
El gobierno interino de Kirguistán, que asumió el poder en abril tras una revuelta que derrocó al presidente Kurmanbek Bakiyev, acusó a partidarios del depuesto líder de crear el conflicto étnico, acusación que Bakiyev negó en un comunicado emitido el domingo.
El gobierno interino, liderado por Roza Otunbayeva, dijo el lunes que las autoridades en Jalalabad arrestaron a una "persona reconocida" bajo la sospecha de fomentar los disturbios.
Kubatbek Baibolov, comandante en Jalalabad, dijo en declaraciones transmitidas por televisión: "Esto no es más que un intento de los partidarios y familiares de Bakiyev de capturar poder".
Miles de uzbekos huyeron a la cercana frontera con Uzbekistán o buscaron refugio en poblados locales para escapar a los enfrentamientos más sangrientos en dos décadas. Muchos dijeron ser el blanco de pandillas kirguisas en un "genocidio" apoyado por policías y soldados locales.
"Multitudes de kirguisos deambulan alrededor, incendian nuestras casas y matan a uzbekos en sus propias casas", dijo a Reuters por teléfono el uzbeko Muhammed Askerov, un empresario de Jalalabad que se encontraba en un poblado no identificado.
Corredor de ayuda. En tanto, el jefe de política de Naciones Unidas propuso la urgente creación de un corredor humanitario para entregar asistencia a Kirguistán.
El funcionario, Lynn Pascoe, hizo el llamado durante una sesión informativa ante el Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación en el país del centro de Asia.
Los miembros del organismo compuesto por 15 naciones condenaron la violencia en Kirguistán y pidieron que se restaure el orden, sostuvo el presidente del consejo.
El consejo estaba intentando ayudar a las personas afectadas por la violencia y la escasez de alimentos, agua y electricidad, especialmente en Osh.
"A la luz de la situación de seguridad en el sur, Pascoe dijo que se requiere la creación de un espacio o corredor humanitario en Kirguistán para que la ONU y otros brinden ayuda a las personas y que se trata de una necesidad urgente", dijo el comunicado.
"Hablamos sobre la necesidad de hacer algo rápidamente para que podamos avanzar en la ayuda humanitaria", señaló Pascoe.
En referencia a la frontera con Uzbekistán, hacia donde han huido miles de uzbekos que residen en Kirguistán, el funcionario dijo que el organismo estaba preocupado por la posibilidad de que no pudieran cruzar el límite.
"Lo que estamos intentando hacer es dar a (Uzbekistán) suficiente asistencia para que ellos estén cómodos con los refugiados que empiecen a llegar", explicó.
La declaración dijo que Pascoe afirmó al consejo que la situación en Kirguistán demandaba "acciones urgentes por parte de la comunidad internacional" para ayudar al gobierno kirguiso a evitar que la crisis empeore.