Expertos consideraron que la red política que aún mantiene el PRI en el estado le permitiría mantener su hegemonía en las elecciones para presidentes municipales del próximo año.
Las acusaciones que provocaron que Javier Duarte solicitara licencia como gobernador de Veracruz a unos días de terminar su mandato y así afrontar dichas imputaciones -según comentó él mismo- podrían no pasar factura al PRI, el partido que lo encumbró en la gubernatura.
Expertos consideraron que la red política que aún mantiene el Revolucionario Institucional en el estado podría permitirle mantener su hegemonía en las elecciones para alcaldes del 2017.
“Se pueden reconstruir, una vez que ya no está (Javier Duarte), algunas alianzas”, precisó Alejandro Díaz Domínguez, investigador del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).
“Hay que recordar que los dos candidatos que se estuvieron disputando de manera muy fuerte la elección son familiares. Uno de ellos es priista; compitiendo por PAN-PRD, Miguel Ángel Yunes (...) Ese factor permite pensar: ‘bueno, si hay distintos partidos, son distintos actores’, pero las élites parecieran conservarse hasta cierto punto”, detalló.
Después de la salida de Duarte, la cabeza de una élite política, es natural una recomposición entre las fuerzas, indicó el académico.
“Donde siempre ha gobernado un solo partido se espera que haya una ruptura en la élite y ésta transita a otras acciones políticas y compite contra la fracción gobernante. Eso quiere decir que, a pesar de que existen diversos partidos compitiendo, en el fondo son los mismos políticos, es la misma élite”.
A pesar de ello, sí existe un cambio, prosiguió Díaz Domínguez.
“No es lo mismo Miguel Ángel Yunes con el PRI que con el PAN-PRD; tiene que construir una negociación distinta; eso le ayuda de alguna manera con el diálogo con algunos priistas que todavía conozca.
“¿Que eso le dificulta la confianza con algunos perredistas y panistas? También (...) Ha cambiado de partido y se supone que necesita establecer nuevas alianzas, esto puede facilitar la cooperación, al menos esto permite que no sea un solo partido el que decida todo”.
Por su parte, Pablo Javier Becerra, investigador y experto en procesos electorales por la UAM, precisó que en Veracruz hay un electorado que puede y está en condiciones ya de definir con su voto los cambios reales.
“Sea como sea, el resultado final fue la alternancia; pudo haber sido todavía la continuidad de un partido en el poder. Además (...) (el) surgimiento de otras fuerzas como Morena, que se separó del PRD, hizo que hubiera una diversidad de ofertas en el estado”.
Capacidad de movilización. La relativa cercanía de las elecciones de gobernador con los comicios para alcaldes puede ser otro factor que ayude a que el priismo se mantenga en Veracruz, ya que su capacidad de movilizar votantes es más dinámica que un partido pequeño, enfatizó Díaz Domínguez.
“Si se tienen elecciones -como diría la gente- a cada rato, ¿qué partido tiene mayor capacidad de movilizar a sus electores?, pues un partido más extendido, más organizado o con mayores controles (...) La teoría nos dice que esta regla beneficia a aquel partido que pueda movilizar más rápido a su gente de manera sistemática y constante; llama la atención que este tipo de arreglos se encuentra en entidades federativas donde el PRI era muy fuerte o al menos había gobernado toda la vida, como en el caso de Veracruz.
“Lo que nosotros sabemos es que, si la elección de gobernador hubiera sido concurrente con la elección municipal, Morena hubiera ganado algunos municipios sin duda, así como el PAN-PRD, y el PRI no hubiera ganado tantos”.
El experto del ITESM concluyó que muchas veces, cuando las elecciones de alcaldes y de gobernador concurren, la gente vota de la misma manera.
Sin embargo, como en este caso no concurren los comicios de gobernador y presidentes municipales, “evidentemente, y paradójicamente, el PRI tiene más chances que si las elecciones hubieran sido concurrentes”.
Actualmente, el PRI gobierna 91 municipios de Veracruz. En las pasadas elecciones para elegir alcaldes, realizadas en el 2013, el partido obtuvo 39,05 % de la votación total en coalición con el partido Nuevo Alianza y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), contra 24,63% obtenido por el PAN, su más cercano competidor. No obstante, si se separa la votación por partido, el PRI obtuvo por sí mismo 35,16%.
Esta misma tendencia se mostró un periodo antes, en el año 2010, cuando en coalición el PRI y el Verde Ecologista obtuvieron 42,12 % de la votación total, alcanzando 81 alcaldías en total.
Por número de electores. El PRI gobierna las tres alcaldías más importantes por su número de electores. En el municipio homónimo de Veracruz, en el que se emitieron 175.567 votos, cuatro de cada 10 fueron para la Coalición Veracruz para Adelante, liderada por el PRI.
A esta alcaldía se le sumó la capital Jalapa, en donde la coalición obtuvo 38,78% de los 145.200 sufragios efectivos. Por último Coatzacoalcos, en donde se emitieron 102.763 votos, de los cuales la coalición se llevó 56,62 %, equivalentes a 58.182 votos.
En tanto el PAN, dentro de los 45 municipios que gobierna, administra la cuarta alcaldía más importante por número de electores: Córdova, donde se registraron 77.088 votos, de los cuales Acción Nacional registró 32.253 sufragios a su favor, un estimado de 41.84% de los votos. En este municipio la coalición priista se quedó en segundo puesto con 39,78% de los votos.
El PRD gobierna 32 alcaldías, dentro de los cuales la más importante está en el municipio de Papantla, en donde se emitieron 65.934, de los cuales 28,80%, es decir, 18.987 sufragios fueron para el sol azteca.