Según el jefe de Estado, es inadmisible las críticas a las autoridades porque ellos no tienen "responsabilidad" en los hechos ocurridos el pasado jueves, cuando jefes negociadores de las FARC y rebeldes armados se reunieron en el caserío Conejo.
Bogotá. El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, aseguró hoy que las Fuerzas Armadas de su país no son las responsables por el proselitismo político realizado el pasado jueves por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que concentró a unos 200 rebeldes fuertemente armados en un caserío fronterizo con Venezuela.
"Las FARC haciendo proselitismo armado, eso no es aceptable y por eso tomamos las acciones que se anunciaron y no se va a volver a repetir, pero no podemos -como algunos han querido señal a nuestras Fuerzas Armadas- como las responsables de esa situación, no, están disparando al que no es", dijo Santos en la ceremonia de reconocimiento del nuevo director de la Policía.
Según el jefe de Estado, es inadmisible las críticas a las autoridades porque ellos no tienen "responsabilidad" en los hechos ocurridos el pasado jueves, cuando jefes negociadores de las FARC y rebeldes armados se reunieron en el caserío Conejo, en el departamento norteño de La Guajira.
"Los que cometieron el error, los culpables de esa situación fueron las FARC, quienes violaron unas reglas y unos protocolos y, del lado de la institucionalidad, es el poder político, pero no es ni podrá ser nuestra fuerza pública", expresó Santos.
Santos ordenó suspender la presencia de delegados de las FARC en sus campamentos y les pidió regresar a La Habana, sede de las conversaciones de paz.
Hasta el momento en el proceso de paz, las partes han llegado a los siguientes acuerdos: desarrollo agrario, participación política de los rebeldes, dejación de las drogas ilegales por parte de las FARC, búsqueda de desaparecidos y reparación de las víctimas por parte de los insurgentes.
El gobierno del presidente Santos inició un proceso de paz con las FARC, cuyas conversaciones se llevan a cabo en La Habana, Cuba, desde hace tres años. El proceso de paz busca poner fin a más de 50 años de conflicto armado interno, que ha causado la muerte a miles de personas y pérdidas económicas para el país.