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Scioli y Macri definirían elecciones de Argentina en disputado balotaje
Domingo, Octubre 25, 2015 - 23:04

Los medios argentinos y los sondeos de los propios partidos políticos mostraron que Scioli encabeza los comicios, por delante del candidato de centroderecha Macri, alcalde de la ciudad de Buenos Aires, y del peronista disidente Sergio Massa.

Buenos Aires. El candidato del peronismo oficialista Daniel Scioli lideraba con una amplia ventaja las elecciones de este domingo en Argentina, según sondeos, pero debería definir la presidencia en noviembre en un reñido balotaje con el opositor Mauricio Macri.

Los medios argentinos y los sondeos de los propios partidos políticos mostraron que Scioli encabeza los comicios, por delante del candidato de centroderecha Macri, alcalde de la ciudad de Buenos Aires, y del peronista disidente Sergio Massa.

Si bien Scioli no lo dijo explícitamente, al hablar ante sus seguidores dejó entrever que habría una segunda vuelta electoral, que los analistas creen que podría ser muy peleada.

"Convoco a los indecisos e independientes para esta agenda del gran futuro del desarrollo argentino", señaló el peronista Scioli antes de que se difundan los primeros resultados del escrutinio oficial.

Para triunfar en primera ronda y evitar un balotaje que complicaría sus posibilidades, Scioli tiene que lograr más del 40 por ciento de los votos con al menos 10 puntos de ventaja sobre Macri. Como se espera un lento escrutinio, es probable que por varias horas no quede claro si los argentinos van a tener que definir su presidente en segunda vuelta.

En la sede de campaña de Scioli reinaba la incertidumbre.

"Estamos esperando, hay un margen (de votos) finito para la segunda vuelta. Así que estamos analizando y viendo cómo evoluciona. Los primeros datos (del escrutinio) no van a dar ninguna certeza", señaló a Reuters una fuente del equipo de Scioli.

El gobernador de Buenos Aires promete mantener los subsidios a la pobreza que, junto con un alto nivel de empleo, han cimentado la popularidad de la saliente mandataria de centroizquierda, Cristina Fernández.

Pero más conciliador que ella, asegura que hará cambios paulatinos en un modelo económico de fuerte intervención estatal que está crujiendo.

"Una segunda vuelta implica una derrota relativa de Scioli, dado que no ha logrado su objetivo de ganar en primera vuelta", dijo a Reuters el analista Rosendo Fraga.

"El balotaje entre Scioli y Macri divide el país entre peronismo y antiperonismo, con un sesgo social también. Los votos de Massa serán decisivos y quien los capte, será el ganador", agregó.

Pese a que los tres principales contendientes tienen muchas diferencias ideológicas, sus propuestas no son tan distintas: todo indica que el país girará hacia políticas económicas más amigables con los mercados tras 12 años de peronismo de centroizquierda, intentando mantener los logros sociales.

Tanto Macri como el diputado Massa prometen reducir impuestos cuestionados por la clase media y terminar con fuertes restricciones a los mercados -en especial en el cambiario- y al comercio exterior. Se espera que Macri lo haga más abruptamente.

"Lo que ya ha sucedido en el día de hoy cambia la política de este país", dijo Macri frente a sus eufóricos seguidores de la alianza Cambiemos, después de dar por descontado un balotaje.

"Se siente, se siente, Mauricio presidente", cantaban exultantes miles de seguidores, que saltaban con globos de colores en sus manos.

Massa reconoció la derrota y dijo que habrá balotaje.

Economia en problemas. Después de crecer por casi una década a un ritmo acelerado, Argentina atraviesa tiempos difíciles ante la caída de los precios de las materias primas que exporta.

Regulaciones como un control de cambios y cupos a las exportaciones han ahuyentado a muchos inversores extranjeros, y los impuestos al agro -uno de los motores del país- crisparon los ánimos con los productores.

Sea quien sea el próximo presidente, deberá reactivar una economía estancada por la escasez de inversiones, controlar la alta inflación y reducir los niveles de inseguridad a partir de diciembre.

El final de unas elecciones en las que votó el 79% del padrón podría quedar abierto si el resultado se define por décimas, a la espera de un escrutinio definitivo que podría demorar más de cinco días.

El eventual balotaje -que Scioli también podría evitar si supera el 45% de los votos- sería el 22 de noviembre.

Autores

Reuters