Tras la muerte de Néstor Kirchner, en el propio gabinete presidencial se ha planteado la discusión entre aquellos que consideran que no es un buen momento para comenzar ese debate y quienes quieren apurar el lanzamiento de la candidatura de la actual mandataria.
Buenos Aires. El jefe del bloque de Diputados del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, aseguró que dentro del oficialismo "no hay posturas diferentes" y que "está claro" que la candidata presidencial en 2011 será Cristina de Kirchner.
Así, pese a lo que sostiene el legislador, sigue abierta la interna dentro del kirchnerismo donde algunos se empecinan en apurar el lanzamiento de la presidente para la reelección, mientras otros intentan ponen paños fríos y piden cautela.
"Está claro que nuestra candidata es Cristina", enfatizó Rossi, quien aclaró que se discute "si hoy es el momento para hablar de la reelección". De esta manera se sumó al grupo que, encabezados por el canciller Héctor Timerman, fogonean un segundo mandato de la Presidente. Del otro lado, entre otros, están el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y el senador nacional, José Pampuro.
De todos modos, señaló que en el kirchnerismo, sobre la estrategia electoral del año próximo, "todos pensamos exactamente lo mismo".
En declaraciones radiales, Rossi sostuvo que "lo que sucedió con el fallecimiento de Néstor Kirchner y la enorme movilización popular es un hecho conmocionante que debe haber provocado reflexiones en todos los espacios políticos".
"Es muy difícil encontrar a un dirigente, un militante, un afiliado del PJ que esté en contra de la presidente de la Nación", señaló Rossi, al ser consultado sobre un posible acercamiento con el Peronismo Federal.
Además, subrayó: "claramente el peronismo decidió marchar con Cristina Fernández de Kirchner".
De todos modos, Rossi consideró que "los políticos" no deben "ser como las hojas secas de los árboles: acomodarnos como sopla el viento".
Posiciones en el gabinete. En tanto, un frente de batalla se abrió en el gobierno de Cristina de Kirchner. Los protagonistas enfrentados son Aníbal Fernández y Héctor Timerman. Los motivos del pleito público: la candidatura de la presidente a la reelección. Para el canciller "la pide el pueblo argentino, no solamente yo". Para el jefe de ministros, "no es el momento oportuno" para postulaciones.
Las expresiones de Timerman se condicen con las de otros dos ministros: Carlos Tomada, de Trabajo, y Nilda Garré, de Defensa. Las Madres de Plaza de Mayo con Hebe de Bonafini a la cabeza lanzaron la campaña Vamos Cristina por el 2011. Desde el lunes, las madres recolectan firmas y mensajes de adhesión a la propuesta en la puerta de la fundación frente a la Plaza Dos Congresos. Prometen hacerlo en otros puntos de la ciudad. Detrás de Fernández, se encolumna el ministro Florencio Randazzo.
En una reunión con militantes en Boedo el sábado pasado, Timerman tiró la primera piedra. para Cristina buscamos la reelección. Garré y Tomada consintieron. "Tiene que ser la candidata para las elecciones presidenciales de 2011", acompañó el jefe de la cartera laboral. Inmediatamente Randazzo los descalificó con el argumento de Aníbal: No es momento.
Este martes se confirmó que la interna sigue abierta. "Una cosa es lo que es la expresión de la voluntad y las aspiraciones personales que todos podemos tener y otra cosa es el momento oportuno para poder llevar a la práctica ese análisis", expresó Fernández en declaraciones radiales.
A las pocas horas, Timerman twiteó, desafiante: no necesito esperar: para Cristina la reelección. Así continuamos por el camino que ella lidera hoy.
"¿Cómo me voy a ofender?, al contrario yo digo que para mí la candidata al 2011 debe ser Cristina de Kirchner, espero que la acepte", ratificó minutos más tarde al salir de la cumbre de seguridad nuclear con más de 50 delegados de todo el mundo, incluido un asesor del mandatario estadounidense Barack Obama. "¿Y para Vicepresidente?", le interrogaron en el Palacio San Martín. "Seguro que (Julio) Cobos, no".
Las diferencias existen y nadie las puede negar. Curioso: mientras la mayoría de los dirigentes afines al kirchnernismo reclaman la unidad del peronismo para apoyar a Cristina, en el gabinete se dedican a pelear.