Las fuerzas de seguridad de Irak esperan tomar el control total de Mosul en pocas horas, en la medida que colapsan las líneas de defensa de Estado Islámico en su ex capital de facto en el país, dijeron líderes militares el sábado.
Las fuerzas de seguridad de Irak esperan tomar el control total de Mosul en pocas horas, en la medida que colapsan las líneas de defensa de Estado Islámico en su ex capital de facto en el país, dijeron líderes militares el sábado.
Decenas de soldados celebraban cerca del río Tigris, informó un corresponsal de Reuters, pero el ánimo era menos festivo entre algunos de los residentes de Mosul que fueron desplazados por meses de combates.
"Si no hay reconstrucción y la gente no vuelve a sus casas y recupera sus cosas, ¿cuál es el sentido de la liberación?", dijo a Reuters Mohammed Haji Ahmed, comerciante, desde el campamento Hassan Sham, al este de Mosul. Meses de enfrentamientos han desplazado a unas 900.000 personas, la mitad de la población antes de la guerra.
Una coalición internacional liderada por Estados Unidos está apoyando en el aire y en tierra la campaña de ocho meses para recuperar Mosul, capturada por Estado Islámico en 2014.
Un portavoz militar declaró que las líneas de defensa de los insurgentes estaban colapsando, según declaraciones recogidas por la televisión. La televisión estatal informó que decenas de militantes murieron el sábado mientras que otros trataban de escapar por el Tigris.
Comandantes del ejército iraquí dijeron que los militantes estaban defendiendo cada metro con francotiradores, granadas y atacantes suicidas con bombas, lo que obligaba a las fuerzas de seguridad a combatir casa a casa.
Hace una semana, el primer ministro iraquí declaró el final del "estado de falsedad" de Estado Islámico, luego que fuerzas de seguridad tomaran la Gran Mezquita de al Nuri, aunque eso ocurrió luego que los militantes la volaran.
Tras perder Mosul, el dominio de Estado Islámico en Irak se reducirá a las áreas desérticas al oeste y al sur de la ciudad, áreas mayormente rurales, donde viven decenas de miles de personas. Se prevé que los militantes seguirán realizando ataques en blancos en todo el país.